La reunión se produce en pleno debate en el Govern y en los partidos independentistas sobre los Presupuestos Generales del Estado (PGE): todos coinciden en que no se dan las condiciones para aprobarlos, pero difieren en si, al menos hay que votar a favor de que el Congreso los tramite, o se tienen que rechazar de inicio.
Los partidarios de la tramitación alegan que esto daría margen a la Generalitat y al independentismo para negociar sus demandas con el Gobierno central, mientras que los detractores rechazan cualquier acercamiento si no hay un gesto inmediato de Pedro Sánchez en autodeterminación y presos.
En el PDeCAT se han visualizado estas diferencias de criterio: dirigentes como Ferran Bel y David Font han expresado la conveniencia de apoyar la tramitación de la cuentas, mientras que la número dos, Míriam Nogueras, lo ha descartado por completo.
Font alegó en un artículo que rechazar las cuentas de inicio sería noquear de entrada al Gobierno central, una opción que él considera válida, pero "no acertada" y que reduciría el margen para negociar con el Ejecutivo cuestiones, por ejemplo, como el documento de 21 puntos de Torra que entregó a Sánchez.
Nogueras, por el contrario, a finales de diciembre advirtió de que el 'no' del PDeCAT a los PGE era "firme" tanto a tramitarlos como a votarlos definitivamente, y recordó que así lo había aprobado el partido en una resolución de su Consell Nacional.
Aquella resolución, aprobada por el 95% del órgano del partido, afirmaba que el PDeCAT votaría negativamente los PGE "mientras haya presos y presas políticas y exiliados y exiliadas", en alusión a los líderes soberanistas encausados.
Sin embargo, en aquel documento no se entraba en el matiz de si este rechazo a los Presupuestos también suponía rechazar su tramitación, lo que ahora genera discrepancias en el PDeCAT y en el independentismo en general.
Otro de los debates pendientes que tiene el PDeCAT es su integración en la Crida Nacional per la República, el movimiento político que impulsan Puigdemont y el líder de JxCat en el Parlament, Jordi Sànchez, en prisión preventiva.
Puigdemont es miembro del PDeCAT pero impulsó la Crida por entender que el independentismo necesitaba una plataforma transversal para aumentar los apoyos: la Crida tiene previsto celebrar su proceso constituyente el 26 de enero sin tener solucionado que relación mantendrá con el partido de Bonvehí.