El expresidente de la Generalitat Puigdemont desoyó el aviso de los Mossos de parar el 1-O por riesgo de que se produjera una "escalada de violencia", alegando que tenían un "mandato del pueblo" y una decisión del Govern para llevarlo a cabo.
Así lo ha apuntado en el Tribunal Supremo el jefe de la Comisaría de Información de los Mossos durante el 1-O, el comisario Manuel Castellví, que ha sostenido que la cúpula del cuerpo advirtió al Govern de que cumplirían con el mandato judicial de impedir el referéndum.
Según Castellví, después de que la cúpula de los Mossos intentara "disuadir" el 28 de septiembre a Puigdemont, al exvicepresidente Junqueras y al exconseller Joaquim Forn para que no siguieran adelante con el 1-O, el ejecutivo no les hizo caso, por lo que salieron del encuentro convencidos de que el referéndum se iba a celebrar.
"Lo que hicimos es dejar bien claro que nosotros actuaríamos en cumplimiento de ese auto (que les ordenaba impedir el referéndum)", ha asegurado Castellví, que ha confesado que sintió "frustración" al saber que el Govern seguiría adelante con el 1-O.