Los votos del PP, Ciudadanos, EAJ-PNV y PDeCAT han sido suficientes para modificar la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad, aprobada por consenso en 2007. Hasta ahora la ley prohibía que se realicen aprovechamientos económicos con las especies exóticas invasoras.
La razón era no incentivar su reproducción, ya que pone en riesgo a las especies y la biodiversidad autóctona. La Ley también prevé la erradicación de las especies exóticas invasoras y prohíbe su introducción en el medio natural.
Pero con el cambio en la normativa, impulsado por el Partido Popular, se podrá autorizar sueltas de esas especies teniendo en cuenta "las exigencias económicas, sociales y culturales". Afectará a peces como la carpa, la trucha arcoíris, el siluro o el lucio y a mamíferos como el carnero del Atlas o arruí.
Según la ONU, las especies exóticas invasoras son la segunda causa de amenaza y extinción de especies en el mundo, precedida tan sólo por la pérdida de hábitat. En Europa, una de cada tres especies está en peligro crítico de extinción por esta amenaza creciente.
Para los defensores del cambio de la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad, el desarrollo sostenible tiene que sustentarse sobre criterios económicos y sociales, además de los ambientales.