Da vértigo con solo mirar. Y aunque no es lo mismo verlo que vivirlo, las imágenes ayudan a sentir lo que él sintió. Es uno de los dos paracaidistas que saltaron durante el desfile del 12 de octubre.
Grabó con su propia cámara su pericia. Caída y lucha contra la fuerza del viento, cuidado todo al milímetro para evitar que algo saliera mal. Una caída de impresión con frenada y aterrizaje impecable.
Pero no fue el único que compartió lo que vieron sus ojos. También el piloto de un aparato de la exhibición aérea grabó desde las alturas el Skyline de Madrid.
Es el mismo desfile del 12 de octubre que todos vieron, pero desde otro punto de vista.