El Gobierno anuncia un paquete de medidas económicas y laborales destinadas a paliar los efectos que pueda causar la crisis por el coronavirus. Estas iniciativas permitirán, entre otras cosas, flexibilizar los expedientes de regulación de empleo temporales (ERTEs) y permitir el cobro de la prestación por desempleo sin cumplir el requisito de carencia a los afectados por los mismos.
Las empresas que decidan acogerse a un ERTE y no despedir están eximidas de pagar cotizaciones. Esta medida aliviará las cargas financieras de las empresas y permitirá recuperar empleo "cuanto antes", según afirmó Pedro Sánchez.
De esta manera, todos los ERTEs se considerarán realizados por fuerza mayor y todos los trabajadores afectados tendrán derecho a cobrar el paro aunque no cumplan con el periodo de cotización mínimo exigido para ello. Además, no se considerará consumido el tiempo que dure la percepción de esta prestación (contador a cero).
Por otra parte, el Gobierno quiere impulsar el teletrabajo y anuncia que los trabajadores podrán adaptar o reducir su jornada laboral para el cuidado de personas a su cargo, siendo posible una reducción del 100% de la jornada.
Por su parte, los autónomos podrán cobrar con rapidez una prestación por cese de actividad, pero no se ha anunciado un cese de la cuota como demandaban las asociaciones de autónomos.
Por último, para aportar liquidez para las empresas, el Gobierno creará una línea de avales del Estado hasta 100.000 millones de euros.