Dentro de un autobús ha viajado la mayoría de los ministros, 160 kilómetros desde el palacio de la Moncloa hasta la finca de Quintos de Mora, en Toledo. Margarita Robles e Irene Montero han llegado antes por su cuenta y Pedro Sánchez ha llegado en coche oficial a este encuentro informal y distendido para estrechar lazos. Y para romper el hielo a primera hora, el recurso clásico de hablar del tiempo.
En palabras de María Jesús Montero, ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, "es una convivencia necesaria para que al final se entienda cada miembro del Gobierno sólo con mirarse". El reto es nuevo y requiere coordinación. El principal objetivo es planificar los próximos tres meses.
En la primera reunión, cada ministro ha detallado sus prioridades. "Las políticas sociales van a ser uno de los ejes más importantes de la acción de este gobierno", ha asegurado Pablo Iglesias, vicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030.
También ha habido espacio para la transición ecológica, la igualdad o la cohesión territorial. "La transición ecológica, la transición energética, el cambio climático, la igualdad de oportunidades para los jóvenes va a estar presente en la acción del Gobierno", ha indicado la vicepresidenta Teresa Ribera.
A las puertas de que la ministra de Hacienda presente nuevos Presupuestos, la vicepresidenta Nadia Calviño ha comentado que la economía española crece sobre bases sólidas.
Además, Pedro Sánchez ha pedido a su gabinete que no se olvide de los jóvenes. Ha defendido "un Gobierno que desde el presente trabaje por el futuro de los jóvenes porque ellos son los grandes paganos de la precariedad, la exclusión y la pobreza provocada por la crisis y los recortes".
En esta línea se ha pronunciado también la vicepresidenta primera Carmen Calvo: "La gente joven es la que más ha pagado gravemente la crisis".
En su intervención, Sánchez ha anticipado un tiempo, según sus palabras, de "optimismo" y "gran dinamismo legislativo" prometiendo un calendario político de intensidad.