Tras el tropezón con el Consejo de Estado, el Gobierno seguirá adelante con la impugnación de la investidura de Puigdemont y la recurrirá al Tribunal Constitucional porque "lo primero que tiene que hacer es rendir cuentas frente a la Justicia poniéndose a disposición del Tribunal Supremo, porque sino lo harán los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado".
Aunque Sáenz de Santamaría dijo que lo harían si el informe del Consejo les era favorable, un día después y pese a que el informe negativo, el discurso no cambia: "No se puede proponer al señor Puigdemont como candidato y tampoco se puede celebrar un pleno con él como candidato".
A la espera ahora de si el Tribunal Constitucional lo admite a trámite, tienen ya el apoyo de los partidos constitucionalistas. Albert Rivera afirma que apoyan al Gobierno porque "lo importante es impedir ese acto", aunque recrimina que "se han llevado ese revés por no consultar con nadie".
Desde el PSOE, Margarita Robles explica que los socialistas "apoyarán las decisiones políticas, que son impedir jurídicamente de una manera adecuada que Puigdemont no sea presidente de la Generalitat". Porque si después, jurídicamente el TC no les da la razón, dice que corresponderá al Gobierno dar explicaciones.