El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha denunciado que él y los exconsellers del Govern afrontan un "juicio político" en la Audiencia Nacional y ha confirmado que una parte del ejecutivo catalán destituido, entre los cuales se encuentra él mismo, no acudirá a declarar a Madrid, sino que permanecerán en Bruselas.
En un comunicado en el cual Puigdemont se presenta como presidente del "Govern legítimo" de Cataluña, apunta que "en ningún caso los consellers y el president que se quedan en Bruselas contemplan eludir la justicia, sino que justamente la reclaman, y responderán a las citaciones (...) de acuerdo con los mecanismos que ya están previstos en la UE en estas circunstancias", dice. Aunque Puigdemont no entra en detalles sobre cómo responderán a estas citaciones, su abogado belga ha precisado que solicitarán declarar desde este país.
En la nota, Puigdemont asegura que los exmiembros del Govern que "se quedarán en Bruselas" -en principio él y cuatro exconsellers- se quedarán allí "para denunciar ante la comunidad internacional este juicio político y para emplazar muy especialmente a Europa a afrontar una solución dialogada al conflicto". Asimismo, el presidente catalán depuesto subraya que el compromiso del Govern en defensa de los derechos y libertades del pueblo catalán es "total".
"Afrontamos las penas de prisión que nos esperan como una denuncia de la situación que vive la democracia en el Estado español y como un grito a favor de la libertad de nuestro pueblo", asegura el exjefe del Ejecutivo catalán. En el comunicado, Puigdemont justifica que otro grupo de exconsellers, entre ellos el exvicepresidente Oriol Junqueras, sí vayan a declarar ante la Audiencia Nacional "como denuncia de la falta de garantías del sistema judicial español y de su voluntad de perseguir ideas políticas".
Por otra parte, Puigdemont asegura que estas citaciones judiciales "se enmarcan en un sumario sin fundamento jurídico que solo busca castigar ideas. Estamos ante un juicio político", sentencia. Asimismo, en la nota, Puigdemont censura la "desproporción de las penas solicitadas por el fiscal, reprobado por el Congreso español, equivalentes a delitos como el asesinato o el terrorismo", dice, y que demuestran que, a su juicio, estamos "ante un juicio político efectuado al dictado del Gobierno del Estado español".
El abogado belga de Puigdemont, Paul Bekaert, ha avanzado que Puigdemont no acudiría a Madrid, y ha asegurado que el expresidente catalán solicitaría declarar desde Bélgica. La última imagen de Puigdemont que se tiene es de anoche, cuando se le vio salir del hotel en el que se alojaba en Bruselas, adonde llegó el lunes, el mismo día en que la Fiscalía presentó contra él, sus exconsejeros, la presidenta y cinco miembros de la Mesa del Parlament una querella por rebelión, sedición, malversación y otros delitos conexos.
La incomparecencia de Puigdemont podría llevar a la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, que se ha hecho cargo de la investigación contra el expresident y los 13 exconsellers, a enviar una orden europea de detención a la justicia belga para una futura extradición a España.