Con las protestas acumulándose por cuarto día en las calles de Cataluña, desde el Govern sólo ha hablado la consellera de Cultura. Pero lo ha hecho para echar balones fuera: "Se están poniendo todos los esfuerzos en la negociación, pero es cierto que hay una infrafinanciación en Cataluña".
Laura Borràs culpabiliza de esta forma al Gobierno central, ante lo que la vicepresidenta, Carmen Calvo, responde que es un problema que el Gobierno podría solucionar: "El Govern tiene que gestionar porque a los ciudadanos siempre hay que escucharles y saberles dar respuesta".
Creen que con sus Presupuestos podría cambiar esta situación y aprovechan para presionar a los independentistas para que "entiendan que más allá de las cuestiones territoriales hay problemas urgentes", según afirma la ministra de Hacienda.
Mientras, los socialistas catalanes denuncian que el president de la generalitat no esté dando la cara y "lo más grave es que parece que no se le espera". Según Ciudadanos, esto demuestra que sólo está preocupado por la república.
Por su parte, desde el PP piensan que el hecho de que haya manifestaciones en Barcelona es suficiente para que se vuelva a aplicar el 155. Según Pablo Casado, la Generalitat es incapaz de gestionar sus competencias.