Las madres contagiadas con coronavirus que dan a luz estos días no pueden estar junto a sus hijos. Los bebés son separados de sus madres al nacer para evitar que se contagien de la enfermedad.
Para hacer más llevadera esta complicada situación y acortar la distancia entre las madres y los recién nacidos, el Hospital Gregorio Marañón de Madrid ha puesto en marcha una idea: se trata de facilitar el contacto de manera virtual, ayudando así a las madres que, además de estar pasando por la enfermedad, sufren al estar separadas de sus pequeños.
Una de esas madres contagiadas que ha podido disfrutar viendo a su hija es Felicia. No ha podido evitar emocionarse al ver en directo a Luna, su bebé que se encuentra en una incubadora en otra habitación.
"Para mi es un milagro", dice la madre mientras observa a Luna al otro lado de la pantalla. Todo, gracias a un grupo de sanitarios del hospital que, desde la habitación de la pequeña, han hecho posible el inolvidable momento con una simple llamada y una tablet para cada una, madre e hija.
Y son ellos, los sanitarios, los que mandan ánimos a Felicia a través de la pantalla: "A la niña la intentarémos mandar pronto contigo, ¿vale?", le dicen.
A falta del contacto piel con piel que sirve para reforzar el vínculo afectivo entre los bebés y sus progenitores, las madres hacen uso de estos aparatos tecnológicos para ver bien de cerca a su recién nacido, hablarles, cantarles... Así, en el hospital se intenta que las madres inicien el importante vínculo con sus hijos a pesar de las circustancias.