El Juzgado de Primera Instancia número 1 de A Coruña ha estimado la petición de medida cautelar efectuada este lunes por el Estado y ha decretado que la familia Franco no puede trasladar o retirar ningún tipo de bien del Pazo de Meirás mientras se realiza un inventario
La familia Franco había contratado 50 camiones para la mudanza de un entorno en que hay piezas de arte como por ejemplo una pila bautismal medieval procedente de una iglesia de Muxía que no se sabe bien cómo terminaron allí.
Una gran colección que los Franco quieren sacar del Pazo de Meirás antes del 10 de diciembre, cuando deberán entregar sus llaves al Estado, y en la que también se incluyen dos estatuas del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago que son propiedad de los nietos de Franco, pero también "bien de interés cultural", lo que obliga a sus dueños a informar sobre su ubicación.
No sabemos dónde irán estos elementos y tampoco qué harán con los 3.200 libros que reclaman las herederas de Emilia Pardo Bazán, la antigua propietaria del Pazo.
Los nietos del dictador entienden que deben entregar el Pazo y sus fincas, pero no lo hay en su interior y por eso han iniciado una ingente mudanza en la que 50 camiones les podrían ayudar a sacar todo lo que consideran que es "suyo".
Sin embargo, y ante el temor a un nuevo expolio al patrimonio público por parte de los Franco, la jueza ha acordado la realización de un inventario que abarque la totalidad de los bienes existentes, tanto en el interior como en el exterior del Pazo de Meirás.
El inventario, que se elaborará con la colaboración de los técnicos de la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia, comenzará a realizarse el día 11 de noviembre, próximo miércoles, a las 10.30 horas, bajo supervisión de la comitiva judicial.