En el año 2011 comenzaron las obras de remodelación del Estadio Wanda Metropolitano. El club de Enrique Cerezo llegó a un acuerdo con Telefónica por el cual la empresa se convirtió en su proveedor tecnológico. Desde ese momento, Teléfonica estuvo obligada a contratar los servicios de consultoría del sobrino de Enrique Cerezo.
Un contrato firmado en 2011 por Kiyomi Cerezo que publica en exclusiva el diario Estrella Digital lo acredita. Según el documento, Kiyomi Cerezo se aseguró el cobro de un 15% de la obra pactada entre el Atlético de Madrid y Telefónica; una concesión que llegaría a los 2,2 millones de euros por una labor de consultoría que quedaba en el aire.
Pero sí se deja claro que el contratista del Wanda estaba obligado a pagar a Kiyomi con carácter exclusivo. Además el sobrino de Cerezo cobraría tanto si se ejecutaba el contrato como si no. Porque en caso de incumplirse se garantizaba el cobro del 15%. Además, se le concedió el derecho a ceder a este contrato, otorgando así el sobrino más de dos millones de euros a dedo, y sin la posibilidad de que la empresa decidiera en ningún momento sobre el destinatario de su dinero.