La homilía tras la reinhumación de Franco en Mingorrubio acabó en un encontronazo entre la Policía y la familia Franco, que forcejeó con los agentes para poder salir de la capilla al grito de "que nos dejen salir".
"Esto es una dictadura", llega a quejarse uno de los asistentes a la misa antes de pedir "un poquito de dignidad después de lo que han hecho". "Déjennos salir, por favor", exclama otra de las asistentes antes de que se produzca el forcejeo y todos salgan tras esquivar a los agentes.
La homilía oficiada por el prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, y el hijo de Tejero en Mingorrubio con motivo de la reinhumación de los restos de Francisco Franco llamó "excelencia" en vez de Francisco al dictador, al que también calificó de "humilde servidor de cristo redentor".
Una de las partes destacadas del texto fueron las bienaventuranzas, en las que llegó a hablar de su "sencillez, sentido de la justicia y compasión". "Bienaventurado por la paz que nos entregó y mantuvo a lo largo de tantos años, una paz que llevó a la reconciliación que algunos pretenden destruir", dijo en una parte de su homilía, como explicamos en este vídeo.
Las quejas de la familia
A la salida de la capilla, el abogado de la familia, Luis Felipe Utrera Molina, denunció que los policías les han "retenido" en el Cementerio de Mingorrubio e incluso han "intentado registrar" a uno de los miembros de la familia.
Además, se ha quejado de que no les hayan permitido poner sobre el féretro "la bandera nacional". "No hay precedentes de esto por parte de un Gobierno", ha protestado en la misma línea que Jaime Martínez-Bordiú, quien se quejó de que "España es el único país en el que no te puedes enterrar con tu bandera".
Tensión también en el Valle de los Caídos
En el momento de la exhumación, se vivieron algunos momentos de tensiónprotagonizados por una nieta del dictador, Merry, quien, según fuentes presentes en este momento ha estado en todo momento con actitud provocadora dirigiéndose a la ministra, hablando en todo momento de que se estaba produciendo una profanación de una tumba e incluso tomando notas y maldiciendo.
Delgado ha indicado en la SER que su función era de Notaria Mayor del Reino, "ver, oír y anotar aquellas circunstancias de las que tengo que dar fe", y ha subrayado que "su deber y obligación era mantener una posición muy institucional".