Abrir el diálogo pero gobernar de forma fiel a los principios del PP. Es el mensaje que lanzan desde las filas populares tras los resultados electorales en Castilla y León. El PP se ha alzado con la victoria pero está lejos de la mayoría absoluta que le permitiría gobernar sin necesidad de pactos. Vox ha sumado más apoyos y presiona para entrar en el gobierno autonómico.
Así, el Partido Popular debe ahora decidir su camino. "Si alguien impide que Castilla y León tenga un gobierno estable, deberá responder por sus actos". Es el mensaje que está trasladando su secretario general, Teodoro García Egea. La línea a seguir parece clara. Gobernar en solitario y alcanzar acuerdos puntuales con otras fuerzas políticas para sacar adelante "medidas importantes". Sin embargo, dejan en manos del líder del PP en Castilla y León el futuro de las negociaciones. Será Fernández Mañueco el que decida en última instancia cómo gobierna y con quién pacta.
Y es que para García Egea el debate sobre si Vox estará en el Gobierno solo le interesa a los socialistas y a Unidas Podemos, pero apunta que en Castilla y León hay un hecho diferencial: las candidaturas provinciales, con las que Fernández Mañueco va a dialogar. García Egea ha criticado los "intentos de la izquierda de radicalizar al PP" y buscar "erosionarlo", pero ha subrayado que su partido se va a "mantener firme". En este punto, se ha quejado de que "el foco se esté poniendo en el PP y si ha subido poco o no ha subido lo suficiente" cuando "el gran perdedor ha sido Pedro Sánchez", quien, según ha dicho, ha utilizado en campaña los Consejos de Ministros para "atacar" al PP.
El número dos del PP justifica además que muchas decisiones que tomó en los últimos tres años en Castilla y León no eran del PP sino del Gobierno de coalición (con Ciudadanos), lo que "en ocasiones ha supuesto un perjuicio" para alguna de las siglas que lo conformaban. "De haber gobernado en solitario en muchas ocasiones no se hubieran tomado", añade insistiendo en que es el momento de construir un gobierno "serio, solvente y firme que no tenga inestabilidad" como tenía el anterior Ejecutivo, tras recordar que Ciudadanos, su socio en la coalición, planteó varias mociones de censura.
No obstante no deja claro, si de verse obligados, aceptarían un Ejecutivo con Vox y prefiere destacar que "los gobiernos de coalición como el nacional no están funcionando bien", en referencia al que mantienen el PSOE y Unidas Podemos.
Sin embargo, las cifras no alcanzan. Estas candidaturas son insuficientes para llegar a la mayoría absoluta y Mañueco tiene por delante mucho trabajo en despachos y pasillos.
En una entrevista también hoy en Onda Cero, Mañueco ha reconocido que su intención es buscar un "gobierno en solitario", aunque ha asumido igualmente que no descarta tener que formar uno de coalición tras "dialogar y negociar" con otras formaciones, sin dejar fuera a Vox. Su intención es reunir mañana a la dirección autonómica del PP y comenzar el diálogo con el resto de formaciones y con el PSOE, con el que no descarta el entendimiento: "Claro que lo contemplo", ha dicho, aunque posteriormente ha vinculado el éxito de las conversaciones con la "capacidad" que tengan sus interlocutores para "flexibilizar" sus posiciones.
En este sentido, ha explicado que le hubiera gustado tener un apoyo más elevado y aplicar directamente el programa del PP, pero ha asumido que tendrá que dialogar, sin que por el momento se haya producido contacto directo alguno, sino únicamente una "aproximación indirecta" entre personas del entorno de su partido y de Vox, según ha reconocido.
Preguntado por laapelación del líder nacional de Vox, Santiago Abascal, a la cara de vicepresidente de la Junta que se le ha puesto al candidato Juan García-Gallardo, Mañueco ha indicado que "a veces en la noche electoral se dicen cosas", pero lo que cree que toca ahora es hablar de un "acuerdo programático". "El resultado electoral es el que es, no he elegido esta situación", ha resumido sobre el necesario diálogo, antes de afirmar que "sólo los elegidos" han conseguido mayorías absolutas, pero "una victoria es una victoria", sin entrar a analizar si ha alcanzado la expectativa que se fijó al convocar estas elecciones, en pos de la estabilidad que ahora tendrá que volver a trabajar.
Tras estos resultados, fuentes del PSOE a laSexta critican que el PP convocó unas elecciones pensando sólo en lograr la mayoría absoluta y que ahora deben asumir las consecuencias. "Son unos inconscientes", señalan sobre el peligro de que se de entrada a Vox en el gobierno autonómico.
Vox no va a "regalar" sus votos
El candidato de Vox en Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha defendido hoy que "de manera rotunda" los resultados electorales en esta comunidad indican que su partido tiene "el derecho y la obligación de integrar el Gobierno de Castilla y León". "Ni más ni menos que otros partidos", ha expresado García-Gallardo recordando que en la anterior legislatura Ciudadanos accedió al Gobierno con un resultado inferior al suyo.
La formación de extrema derecha ha obtenido 13 representantes y defiende un cambio de rumbo. Gallardo ha desvelado ya algunas de sus peticiones para apoyar un eventual Gobierno del PP en Castilla y León, como la derogación de las "políticas de izquierda como la ley de violencia de género autonómica y el decreto de memoria histórica".
De este modo, ha reiterado que es necesario hablar en clave de Castilla y León ante un PP que "puede estar atado de pies y manos" por los 'populares' nacionales y europeos. "Espero que en Castilla y León nos entendamos, voy a dirigir las negociaciones con Fernández Mañueco yo personalmente, creo que es lo razonable", ha zanjado. García-Gallardo ha manifestado que su objetivo es cambiar el rumbo de la política de Castilla y León. "Lo dijimos claro, si alguien quería que PP gobernara en solitario que hubieran votado al PP no voy a regalar los votos a nadie", ha reseñado.