La campaña electoral en Castilla y León llega a su fin. En esta recta final, el expresidente Mariano Rajoy ha acompañado a Alfonso Fernández Mañueco en León, y asumiendo el bajón en las encuestas se han centrado en pedir la movilización, porque saben que la abstención alta el domingo les perjudicaría.
También el candidato socialista, Luis Tudanca, ha estado arropado en el acto celebrado en las 24 horas previas al cierre de campaña. Pedro Sánchez y José Luis Rodríguez Zapatero han estado en Burgos con ataques en sus discursos al PP y a su líder, Pablo Casado, del que Zapatero dice que últimamente está algo "exasperado".
Según las últimas encuestas publicadas, el PP ganaría estos comicios autonómicos pero no lograría la mayoría absoluta para gobernar en solitario, por lo que necesitaría el apoyo de Vox -como ya ocurre en otras regiones- para gobernar.
Un pacto del que el candidato 'popular', Mañueco, prefiere no hablar. Todavía no se han pronunciado sobre si estarían dispuestos a meterles en el Ejecutivo. Ya en el último debate, celebrado este miércoles, trató de marcar distancia con la extrema derecha e insistió en que busca un "pacto con las personas" para tener un "gobierno centrado".
Una idea que ha remarcado este jueves en una entrevista en Onda Cero, en la que ha dicho que negociará "con todas las fuerzas políticas". Aunque prefiere "esperar a los resultados" que arrojen las urnas este domingo, si no logra los escaños suficientes para la mayoría absoluta, iniciará una negociación "con todas las fuerzas representadas en las Cortes de Castilla y León".
Pero esta no es la idea que ha transmitido la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que desde Castilla y León ha defendido que pactaría "con el partido de Ortega Lara antes que con los que lo secuestraron". "Si tenemos que buscar alianzas, hay que buscarlas con personas que han vivido, por ejemplo, ser víctimas del terrorismo y no con gente que pacta con ellos", señaló en un mitin celebrado en Valladolid.
Mañueco intenta alejarse de Vox, mientras Ayuso ve posible un pacto con la extrema derecha en Castilla y León
Precisamente, los candidatos de PSOE y Ciudadanos, Luis Tudanca y Francisco Igea, le advirtieron en el debate de que un acuerdo con la extrema derecha perjudicaría a Castilla y León y acusaron a la dirección nacional del PP de llevar a las urnas a la Junta. "Le han usado, convocando estas elecciones por las diferencias entre Casado y Ayuso, el PP y Vox", señaló el candidato socialista.
Algo que desmintió de manera tajante Mañueco, tanto en el debate como en la rueda de prensa posterior. "En Castilla y León, el que la juega soy yo, no Pablo Casado. El que se presenta es el Partido Popula de Castilla y León", señaló.
A los afiliados y alcaldes, el resultado está en vuestras manos, queremos una victoria que nos permita una mayoría suficiente"
Desde la dirección nacional ya han movido ficha y han dado orden a todos los alcaldes de que se impliquen de manera plena en los últimos días de campaña. Una petición que también ha lanzado el candidato: "A los afiliados y alcaldes, el resultado está en vuestras manos, queremos una victoria que nos permita una mayoría suficiente".
En cuanto a la presencia de la presidencia madrileña en Castilla y León, fuentes del entorno de Ayuso han señalado a laSexta han reconocido que "su presencia ha aumentado ha medida que pasaban los días respecto a lao inicialmente previsto". Han destacado, asimismo, que "ha ido a la campaña todas las veces que se lo han solicitado, lo que demuestra que querían su ayuda y ella la ha dado". "Esa ayuda ha sido solicitada desde la propia dirección de la campaña", han agregado.
El PSOE ve a Mañueco en caída libre y cree que todavía hay partido
El PSOE se muestra positivo frente a los comicios del próximo domingo, aunque no son conscientes de que es difícil llegar a los 35 escaños en las Cortes de Castilla y León.
Los socialistas sí ven que todavía hay partido y creen que hay posibilidades de que los 'populares' no sumen con Vox para gobernar en la Junta, lo que les podría permitir un pacto con las fuerzas minoritarias más progresistas.
El PSOE considera que el PP empezó la campaña "dopado por las encuestas de ese momento y la polémica con la carne"
Respecto a los resultados de los últimos sondeos, resaltan que "Mañueco va en caída libre". A juicio del PSOE, el PP empezó la campaña "dopado por las encuestas de ese momento y la polémica con la carne" que puso al Gobierno nacional en el punto de mira, pero "cuando paso todo esto, se le vio desnudo".
Asimismo, apuntan que el candidato del PP para la región castellanoleonesa "no engancha" y se ha quedado muy lejos del 'fenómeno Ayuso'. En este sentido, dicen que en los actos de campaña, "la gente apartaba a Mañueco para sacarse fotos" con la líder del Ejecutivo madrileño.
Así las cosas, en el PSOE dicen no entender por qué el PP ha disuelto el Parlamento para convocar elecciones "si se van a quedar muy lejos de sus objetivos y expectativas".
Esto es lo que dicen los últimos sondeos
La mayoría otorgan la victoria al PP, que podría gobernar con el apoyo de Vox, a excepción del barómetro 'flash' del CIS, que señala que ambos no sumarían la mayoría de 41 escaños. Según este último sondeo, el PP obtendría 28 escaños y Vox, 9, por lo que tendrían que contar con otro socio de gobierno.
El PSOE, según la mayoría de las encuestas, alcanzaría los 27 escaños. Una bajada considerable respecto a los que tiene en la actualidad (35). Solo el CIS habla de un descenso más moderado, con una media de 31 representantes. Entonces, entraría en juego Unidas Podemos, otro de los partidos al alza.
La formación morada ha experimentado una crecida en los últimos sondeos, pasando de los 2 representantes, a entre 3 y 4 procuradores. Lo mismo ocurre con los partidos regionales.
Los partidos de la región pueden ser clave para la formación del próximo Gobierno. Según los sondeos, hasta cuatro partidos aspiran a conseguir representación en la Junta de Castilla y León.
La concentración del voto en una única circunscripción hace que fuerzas como España Vaciada, 'Soria, ¡Ya!', Zamora Decide y Por Ávila, con unos porcentajes muy reducidos de los votos (del 1% al 3%), puedan obtener representación en las Cortes.