"Qué cara de vicepresidente se le está poniendo a Juan García-Gallardo". Son las declaraciones con las que Santiago Abascal ha dejado claro que Vox exigirá cargos a cambio de sus apoyos en Castilla y León.
El Partido Popular tendrá que ceder a las exigencias de la extrema derecha si quiere que su candidato, Alfonso Fernández Mañueco, repita como presidente de la Junta en la próxima legislatura.
El líder del partido ha asegurado tras conocer los resultados que no exigirá "ni más ni menos" de lo que les corresponda. Como en comicios anteriores, tanto a nivel nacional como autonómico, la formación de la extrema derecha ha sacado músculo y ha pasado de lograr 1 escaño a convertirse en clave para gobernar con 13 procuradores. En concreto, ha recibido casi 150.000 votos más que en 2019, lo que supone una subida de más de 12 puntos.
Con este resultado, la formación representada por Juan García-Gallardo en Castilla y León ha defendido que "tiene el derecho y el deber de formar gobierno" porque "el mandato es claro". "Los castellanosyleoneses han hablado y exigimos respeto al veredicto del pueblo soberano. En función de la fuerza que nos han dado, no exigiremos ni más ni menos de lo que nos corresponda", ha señalado Santiago Abascal, dejando claro que su formación esta vez sí exigirá cargos y no dará un cheque en blanco.
Asimismo, ha defendido que situarán sobre la mesa su programa "para que la reindustrialización de esta tierra sea uno de los ejes para el futuro gobierno, para que la agricultura y la ganadería recuperen el futuro que se les ha arrebatado y para que los jóvenes puedan seguir prosperando en esta tierra que les vio nacer".
Todo apunta a que Alfonso Fernández Mañueco tendrá que ceder poder a Vox si quiere revalidar su cargo en la Junta. En las últimas semanas había intentado alejar la idea de un posible pacto con la extrema derecha asegurando que hablaría con todas las fuerzas tras la celebración de los comicios y buscando la mayoría absoluta. Finalmente, el PP se ha quedado muy lejos de los 41 procuradores necesarios para gobernar en solitario, con 31 escaños y unos 376.000 votos.
Tras conocer el resultado, el líder del PP en la región se ha mostrado "satisfecho y orgulloso con el apoyo recibido" y se ha abierto al diálogo para gobernar. "Voy a iniciar un diálogo para formar gobierno con todas las fuerzas, empezando por los partidos de mayor representación. El mandato de las personas es claro: Gobierno del Partido Popular con diálogo y acuerdo", ha señalado durante su discurso.
Con el batacazo de Ciudadanos y la ruptura que se dio en diciembre entre Mañueco e Igea, los 'populares' tendrán que mirar hacia la extrema derecha, que ya ha dejado claro que reclamará su representación en el Gobierno. Precisamente, el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, ha señalado que su partido también quiere un gobierno en solitario, "pero eso no se va a dar" y, preguntado por posibles cargos y consejerías, ha indicado que "ya se irá viendo lo que sucede".