El secretario del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, se ha mostrado "absolutamente estupefacto" y "tremendamente desconcertado" por el abandono del presidente del PP y candidato a la Presidencia de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, a los quince minutos de la primera reunión negociadora con los socialistas para tratar de formar un Gobierno ante la "mera mención de la palabra corrupción", sin "ninguna acusación" y sin haber hablado de medidas anticorrupción.
"Una de las cosas que nos diferencia es la corrupción. Esa ha sido la frase literal", ha explicado Tudanca, que ha dicho que la respuesta de Fernández Mañueco a renglón seguido ha sido: "Dije que si se pronunciaba la palabra corrupción me levantaba y me iba". Y eso es lo que habría hecho, según cuentan los socialistas.
"La mera mención de la palabra corrupción ha hecho que el PP se levantara de la mesa. Que lo expliquen", ha zanjado Tudanca quien, tras apuntar a la posibilidad de que este abandono ya estuviese decidido antes de la reunión, ha acusado a los 'populares' de haber "dinamitado" este encuentro.
Por otro lado, Luis Tudanca se ha mostrado convencido de que el Partido Popular tiene decidido "desde el primer día" que va a gobernar con Vox, partido con el que cree que también ha pactado la conformación de la Mesa de las Cortes en una muestra, a su juicio, de que el PP no quiere poner el cordón sanitario a los de Santiago Abascal que exigen los socialistas como ocurre "en toda Europa". "Es la pura y la cruda realidad", ha concluido el socialista .
La versión de Mañueco es diferente, y cree que los "rechazos, evasivas o silencios" han sido la tónica de los socialistas en la reunión que el 'popular' ha calificado de "profundamente decepcionante".
"Que el PSOE asuma que quien ha ganado en Castilla y León ha sido el PP. Tudanca no ha asumido su derrota, es lo primero que tiene que hacer para poder sentarnos", ha subrayado Fernández Mañueco, quien ha criticado que ante los diversos propuestos por la delegación 'popular', los socialistas se han limitado a "habar de un ayuntamiento de no sé dónde, de la comunidad autónoma de no sé cual, de esta fuerza política, de otra fuerza política", algo que ha tachado de "maniobras de distracción" y "excusas".
Esta era la primera reunión en la ronda de contactos para conformar el Gobierno en Castilla y León tras las elecciones del 13 de febrero en las que el PP obtuvo 31 escaños, frente a 28 de PSOE, 13 de VOX, tres de UPL, tres de Soria YA y uno de Por Ávila, Ciudadanos y Podemos, en cada caso.