Lejos quedan esos tiempos en los que un único partido sumaba los votos suficientes para formar un gobierno en solitario. De hecho, los resultados de las elecciones catalanas en 2017 son el mejor ejemplo de que no solo vale con ganar en las urnas para acceder a la Generalitat: después hay que pactar. Hace tres años, Ciudadanos se llevó la victoria en los comicios autonómicos con el 25,37% de los votos, pero no fue capaz de reunir los apoyos suficientes para nombrar presidenta a Inés Arrimadas. En su lugar fue Quim Torra, de JxCat, quien llegó a presidir el Govern.
En estas elecciones, además, pueden influir factores clave a la hora de afrontar la estrategia de pactos. Por un lado, hay una gran cantidad de partidos que aspiran a entrar en el Parlament y a jugar un papel importante en la formación de gobierno (PSC, ERC, JxCat, Ciudadanos, la CUP, En Comú Podem…), lo que da lugar a que haya muchas opciones sobre la mesa. Y, por si fuera poco, no hay un favorito claro: las principales encuestas dan como vencedor al PSC de Salvador Illa, pero a muy poca distancia de ERC y JxCat.
Por otra parte, se espera que la pandemia tenga consecuencias en el desarrollo de esta jornada electoral y en las negociaciones de los días posteriores. El miedo a los contagios puede provocar un descenso en la participación a lo largo del día de hoy y esto podría cambiar los resultados previstos y, por tanto, los pactos. Además, la polémica que se ha creado por celebrar estas elecciones en plena tercera ola puede hacer que los candidatos se vean obligados a dejar los vetos a un lado y a llegar a acuerdos para que no se tengan que repetir las votaciones.
A pesar de estos condicionantes, en el escenario post electoral aparecen dos opciones como las más probables para formar gobierno: un pacto entre las fuerzas de izquierdas (PSC, ERC y En Comú Podem) o un acuerdo dentro del bloque independentista (ERC, JxCat y la CUP). Para saber cuál tiene más opciones de hacerse realidad, habrá que esperar al escrutinio de esta noche y a las negociaciones que se desarrollarán a partir de mañana.
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Tripartito de izquierdas, con Illa como president
Para que fuera posible un gobierno de izquierdas en Cataluña, tendrían que llegar a un acuerdo el PSC, ERC y En Comú Podem. Tanto socialistas como republicanos sumarían entre 32 y 34 escaños, mientras que los de Jéssica Albiach aportarían entre 8 y 9 asientos, según las estimaciones realizadas por el Gabinet d'Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP). Entre los tres grupos alcanzarían entre 72 y 77 escaños, suficientes para tener mayoría absoluta en el Parlament.
El tripartito de izquierdas no sería nuevo en Cataluña: ya se dio entre 2003 y 2010 y en ambos casos fueron gobiernos encabezados por socialistas. Ahora sucedería lo mismo: el presidente de la región sería Salvador Illa, candidato del PSC y favorito en número de votos a pesar de que pueda empatar con ERC en escaños. El exministro de Sanidad, sin embargo, no ve viable estos acuerdos porque no quiere formar gobierno con un partido independentista: "No habrá tripartito ni procés", dijo en 'Al Rojo Vivo'esta misma semana.
ERC también rechaza esta posibilidad y prefiere pactar con JxCat. "Illa es el candidato que aúna a los partidos del 155, del Ibex, de los jueces y de los fiscales. Nuestros proyectos son como agua y aceite", llegó a decir el líder republicano, Pere Aragonès. Así las cosas, la número uno de los 'comuns', Jéssica Albiach, parece de momento la única dispuesta a formar un gobierno de izquierdas en la región.
Más allá de lo que opinan los candidatos, la población presenta una ligera preferencia por este acuerdo antes que por otros, según el Instituto de Investigación DYM. El 34,3% de los catalanes verían con buenos ojos el tripartito PSC- ERC- En Comú Podem y el 33,9% creen que Salvador Illa debería ser el nuevo presidente.
Gobierno independentista, la opción preferida por ERC
La opción alternativa a una Generalitat liderada por la izquierda es un acuerdo entre los grupos partidarios de la independencia de Cataluña. En este caso, ERC aportaría entre 32 y 34 escaños, JxCat sumaría entre 29 y 31 y la CUP ofrecería entre 8 y 9 asientos, según los pronósticos del GESOP. De cumplirse, el bloque independentista alcanzaría entre 69 y 74 escaños, por lo que también superarían la barrera de la mayoría absoluta. Además, podría no ser necesario el apoyo de la CUP si los de Aragonès y los de Borràs reciben más votos de los esperados.
La batalla por el soberanismo entre ERC y JxCat hace suponer que las negociaciones por ver quién presidiría la comunidad serían duras. Por un lado, estaría la vía que presenta ERC, más abierta al diálogo con el gobierno central y, por otro, el unilateralismo hacia la independencia que marca JxCat. La presidencia, eso sí, parece más cercana para Pere Aragonès, a quien las encuestas dan más votos que a Borràs.
Con todo, el líder republicano prefiere el pacto con los secesionistas antes que el tripartito. "Ciudadanos ya ha ofrecido sus votos al PSC y Vox ya dijo que escogería al PSC. Ante esta disyuntiva ningún independentista puede tener ninguna duda. ERC no puede y no quiere pactar con el PSC", dijo Aragonès, que en cambio sí ha tendido la mano a los 'comuns', a la CUP, a JxCat e incluso al PdeCat, que podría quedarse fuera del Parlament. Borràs, por su parte, también está dispuesta a pactar con ERC pero no con los constitucionalistas, porque eso sería "alejarse del independentismo".
Al igual que piensan en la cúpula republicana, los votantes de ERC prefieren una coalición nacionalista (59,3%) antes que con el PSC y En Comú Podem (30,8%), según las estimaciones del Instituto DYM. En términos generales, el 32,7% de los electores catalanes elegirían este pacto entre los independentistas en lugar de otros acuerdos.