Si algo marca el escenario del 14F es la división en bloques y entre los propios bloques, un panorama de vetos, dudas y escenarios cerrados más que abiertos en una época, la de la pandemia, en la que se pide más diálogo a la clase política.

Este escenario de bloqueos puede llevar a un escenario de bloqueo que podría obligar incluso a una repetición electoral. El veto más comentado es el que llevó a cabo el bloque independentista contra el PSC de Salvador Illa, un documento que desde ERC han calificado como "definitivo".

Salvador Illa apuesta por un acuerdo con los Comunes y veta a quienes a quieren la independencia. "¿Cómo voy a formar Gobierno con quien quiere la independencia de Cataluña?", se preguntaba en campaña. ERC tampoco parece dispuesta a repetir Govern con JxCat, partido que situaban "claramente a la derecha". "Yo quiero gobernar con los independentistas de izquierdas", abogaba Pere Aragonès.

El PDCAT no solo no quiere cuentas con los del 155, vetan también a la CUP, que también niega su apoyo a todo aquel "que forme parte del bloque del 155". Pero es que PP y Vox tampoco tienen intención de llegar a acuerdos con Salvador Illa.

Ciudadanos, por el contrario, apuesta por sumar más que el bloque independentista, haciendo un llamamiento de "patriotismo" a PP y Vox para unirse a la opción más votada. Con estos 'noes' antes de que empiece el baile de pactos, la gobernabilidad del Parlament se antoja más complicada que nunca.