La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha demandado "un pequeño apoyo" para su partido, que es lo que cree que necesita la formación naranja para tener representación en el Parlamento de Galicia, lo que supondría, ha dicho, "un gran cambio" para la comunidad autónoma.
En su primer acto público tras su maternidad, en el que ha arropado, junto al grueso de la ejecutiva de Cs, a Beatriz Pino, la candidata a la Xunta, Arrimadas ha pedido a los gallegos que "no se conformen con lo que hay" ni se dejen llevar por quienes pregonan que "todo va bien" y que "no hay nada que cambiar", cuando hay "mucho que mejorar".
Ha prevenido también de los "inventos", del "caos" y de los "delirios de nacionalistas y populistas". Arrimadas ha declarado sentirse "muy orgullosa por la política útil" desarrollada por su partido durante la pandemia del coronavirus y por haber dejado "en buenas manos" la representación del partido en el Congreso en su portavoz adjunto, Edmundo Bal.
Ciudadanos, ha abundado, demostró en este tiempo que "ni un solo voto" de los que fueron para ellos en las últimas elecciones generales "se ha tirado a la papelera". Esos votos sirvieron para "alargar los ertes", para ampliar la cobertura a los autónomos, para impulsar un plan de reactivación de la automoción, y también para obligar al Gobierno a "corregir muchos errores de gestión", no solo a limitarse a criticarlos, como cree que han hecho otros partidos de la oposición.
Arrimadas ha subrayado que si Cs es "fuerte y determinante, Podemos tendrá menos fuerza en el Gobierno y los nacionalistas se enfadan, y con razón, porque cada vez condicionan menos la política nacional". "Si los nacionalistas están muy enfadados es bueno para España", ha defendido Arrimadas, quien cree que en Galicia "tienen que estar muy nerviosos y enfadados" ante la posibilidad de que Ciudadanos entre en el Parlamento gallego, lo que ve "muy cerca".
Las "dos opciones de cambio" en Galicia
Arrimadas ha criticado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prefiriese "pactar con Podemos" en vez de elegir "la vía 221 para que -Pablo- Iglesias no tocara los resortes del poder". "Ya vemos qué vicepresidente tenemos. Menos lecciones de feminismo, no puede dar ni una, y más dar la cara y dejar actuar a los jueces y la justicia", ha aseverado.
Arrimadas ha aparcado las alusiones a la política nacional para centrarse en las elecciones gallegas del 12 de julio, en las que Ciudadanos, ha dicho, tendrá como candidata a una mujer "con los pies en el suelo" y que "ha vivido en primera persona los problemas para conciliar y llegar a fin de mes".
Una candidata, ha abundado sobre Beatriz Pino, que fue "la revelación" en el debate de aspirantes de la Radiotelevisión de Galicia. Está convencida de que los telespectadores se sintieron "mucho más identificados" con ella que con "el conformismo" del popular Alberto Núñez Feijóo y con "los delirios de nacionalistas y populistas".
Sobre los nacionalistas se ha referido también Beatriz Pino, quien ha afirmado que en las elecciones gallegas hay "dos opciones de cambio". Una de ellas, que los nacionalistas entren en el Gobierno, lo que sería "el peor escenario, terrible", como se demostró con el bipartito PSdeG-BNG que gobernó Galicia entre 2005 y 2009, y que "dejó las arcas totalmente saqueadas".
La otra opción, ha dicho, es que Ciudadanos "forme parte del Gobierno de Galicia". Pino ha afeado al PSdeG y a su líder y candidato, Gonzalo Caballero, sus "amistades peligrosas", en referencia a un hipotético gobierno de coalición con BNG y Galicia En Común.
Sostiene que en Galicia, como en Cataluña, existe "una amenaza real" del nacionalismo, que "cada día va a más". "Si su vía es la de Puigdemont, la de Junqueras, mal vamos. Esa es la deriva que quieren coger", ha afirmado Pino, quien ha prevenido de que en Galicia cada vez más se escuche "hablar de país".
"Amo a mi tierra gallega y a mi país, que es España", ha proclamado Beatriz Pino, quien ha ratificado su compromiso con las familias, los autónomos y con la clase media y trabajadora.