En las primeras 24 horas de campaña electoral, Pablo Iglesias ha tomado la palabra un total de cuatro minutos y medio repartidos en dos actos: 40 segundos en la gélida pegada de carteles de Carabanchel; y algo más de tres minutos en un encuentro cerrado con representantes de la sanidad pública.
En Toledo, primera parada, han sido Irene Montero y Alberto Garzón los cabezas de un cartel que no han compartido con García Molina, vicepresidente de la Junta y más que esperable anfitrión siendo, como es, el cargo institucional morado de más alto rango en todo el país. No volverá la caravana a pisar tierras manchegas pero la cita le ha pillado, cosas del trabajo, de viaje en Brasil.
Montero insiste en el mensaje estratégico: "tengamos los votos suficientes para que el PSOE se anime a gobernar con nosotros", pide. "Si lo hace con Rivera" , añade, "también será un gobierno de derechas".