4.000 valencianos acompañaron a Santiago Abascal en su penúltimo acto de campaña. El líder de Vox no defraudó y en su discurso no faltó ninguno de sus grandes éxitos: la progresía, el feminismo, las armas o sus adversarios de la derecha.
Abascal presentó a VOX como un movimiento reaccionario y subió un escalón más en su estrategia de campaña. Lo que se decide el domingo, asegura el líder de Vox, se reduce a esto: "o la supervivencia nacional de España o la continuidad histórica de nuestra patria. O la continuidad histórica de España o el caos y la violencia". Pero ni una sola propuesta concreta de qué piensa hacer una vez que salve la patria.
Frente a ese movimiento reaccionario, el PNV se reivindica como el muro que frenará a la ultraderecha. "Somos el dique de contención ante el riesgo de involución".
También lo hace ERC, que en esta recta final de la campaña parece renunciar a la independencia, al menos de momento. "No se puede hacer la independencia contra L'Hospitalet, no se puede hacer la independencia contra Santa Coloma... Durante muchas veces en este país lo que hemos dicho es que había que votar, afirma Gabriel Rufián.
No comparte esa estrategia JXCat e insisten: "Es imposible silenciar a un pueblo que tiene la Justicia histórica de su parte", ha señalado desde Bélgica Carñes Puigdemont, candidato de JXCat.