Más Madrid se convierte en segunda fuerza en la Asamblea de Madrid, gracias a que ha cosechado cuatro escaños más -alcanza los 24-, pero sobre todo debido al batacazo del PSOE, que pierde 13 diputados; pasa de 30 a 24.
Aunque ambos partidos empatan a escaños, el partido liderado por Mónica García supera a los socialistas en votos (591.142 frente a 589.604 con el 96% escrutado). A medida que transcurría el escrutinio, se veía cómo Más Madrid iba comiendo terreno hasta este resultado, que ha sido celebrado en la sede del partido por todo lo grande.
Mónica García, en su comparecencia ante los medios para valorar las elecciones, ha recordado en primer lugar a las víctimas del COVID en la comunidad, a los que siguen ingresados y en las UCI, a quienes ha trasladado sus "condolencias y ánimo".
Ha agradecido la confianza de quienes han votado a Más Madrid: "Representamos el 17% de los votos, 24 diputados, cuatro más que en 2019", y aunque se ha felicitado por el resultado, ha dicho que "no ha sido suficiente".
"Íbamos a poner el alma, el corazón y el cerebro y así lo he hecho", pero ha lamentado que la campaña haya estado "dominada por el ruido y el fango". A su juicio, Más Madrid ha hecho una campaña "frente al ruido y ha puesto a Madrid en el centro. Esta noche se demuestra que hay un espacio político verde, feminista, madrileño, que no solo se consolida sino que tiene un amplio margen de crecimiento".
Se ha comprometido a seguir liderando esta alternativa, "asumimos ese compromiso" y ha asegurado que comienza la cuenta atrás para las elecciones de dentro de dos años, "y me pongo a trabajar desde este mismo momento. Nos vamos a volver a dejar la piel".
"Esta campaña ha superado todas las expectativas, es el anticipo de la alternativa que me comprometo a construir. Le quiero decir decir a los madrileños que nos desesperen, que no se den por vencidos para derrotar al gobierno que que sale hoy de las urnas", ha concluido.
Un compromiso que ha dejado también por escrito en redes sociales. El líder de Más País, Íñigo Errejón, igualmente se ha felicitado por los resultados.
La campaña deMás Madridfue de menos a más, manteniendo la ventaja sobre Unidas Podemos pese a la disrupción de la entrada de Pablo Iglesias como cabeza de cartel. De hecho, pese a un intento de 'opa' de los morados al partido liderado por Iñigo Errejón, Mónica García descartó cualquier absorción.
"Las mujeres estamos cansadas de hacer el trabajo sucio para que en los momentos históricos nos pidan que nos apartemos", dijo en un duro comunicado en redes sociales.
La intención de Pablo Iglesias había sido concurrir ambos partidos bajo una candidatura única de izquierda, aunque luego durante la campaña se ha demostrado que ambos han sido complementarios. De hecho, Más Madrid se ha separado de la tónica liderada por PSOE y Unidas Podemos al hablar de fascismo o democracia.
"Los madrileños quieren ver lo bueno por conocer", auguraba esta mañana la candidata verde mientras acompañaba a su padre a votar. Ella lo hizo una semana antes por correo, por lo que no hemos podido ver el momento en que introducía la papeleta en la urna.
Si bien las primeras encuestas a pie de urna ya vaticinaban que el resultado sería bueno para su partido pero insuficiente para sacar al PP de la Puerta del Sol, desde Más Madrid señalaban la existencia de "una sensación en el ambiente" que las encuestas no detectaban y lo fiaban todo al aumento de la participación en el sur de la Comunidad, un área tradicionalmente de izquierda.
"Le quedan dos días a la irresponsabilidad en Madrid", ha señalado la portavoz de la formación, Rita Maestre, que ha llamado a Ayuso "presidenta caprichosa" que estaba a punto de ser sustituida por una "trabajadora y honesta". Para Maestre, sí ha habido un 'efecto Mónica García': "Nos ha hecho crecer en campaña y ha permitido al bloque progresista llegar con opciones", ha dicho en declaraciones a laSexta.
Pero desde el partido, pocos minutos después, ya comenzaban a mostrar preocupación por los datos: no en concreto por los de su formación, que mejora resultados, sino por los del bloque de la izquierda en general, que se queda corto para dar un vuelco al gobierno regional.