Está por todas partes. La letanía suena y resuena desde hace meses pero en especial estos días de campaña electoral. Qué es Madrid, por qué Madrid es Madrid. La actual presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y candidata del PP a la reelección está defendiendo a capa y espada su gestión, y en ella, además de hacer escoger entre comunismo o libertad al más puro estilo Trump, también está blandiendo una forma de vida, una manera de vivir: a la madrileña.

Olvídese de chulapos, verbenas y espíritu de pueblo. El Madrid de Ayuso y su vida madrileña van de barras de bar un miércoles, de comercios abiertos los fines de semana. De no encontrarte a tu expareja. Es su bandera y su programa. Quizás por lo que cantaba Leño: "No sé si estoy en lo cierto / lo cierto es que estoy aquí / otros por menos se han muerto / maneras de vivir".

"A Madrid se viene a vivir a la madrileña. Y a la madrileña es una forma muy característica de vivir. Mucha gente dice ‘soy libre porque vivo en Madrid’. No hay más que compararlo con amigos que están en otras comunidades y os dicen: ‘Qué suerte’. Es así, a la madrileña, como hemos vivido estos años. Y no éramos conscientes, porque Madrid no es de nadie porque es de todos", ha argüido Ayuso sin cesar estos días.

Madrid o vivir deprisa

¿Y qué tiene esta manera de vivir? En laSexta radiografiamos la Comunidad antes de su fiesta autonómica, el Dos de Mayo, con el recuerdo del levantamiento de sus ciudadanos ante la invasión napoleónica, y su cita electoral, el día 4.

En Madrid, como en cualquier ciudad grande, no ves a la gente, a tus amigos, a tus padres, a tus hermanos, cuando quieres

Andrés Trapiello, escritor y ensayista

Puede que sea más fácil empezar por discernir qué no es. "No creo que haya una manera específica de «vivir a la madrileña» como no sea la de vivir deprisa. Como en cualquier ciudad grande. En ella no ves a la gente, a tus amigos, a tus padres, a tus hermanos, cuando quieres, como sucede en una ciudad pequeña o en un pueblo", considera el ensayista Andrés Trapiello, autor de ‘Madrid’ (Deusto), en conversación con laSexta.

"Un día me subí a un taxi que conducía una mujer. Hacía el turno de día, y su marido el de noche. Ni siquiera coincidían el día que libraban, solo el domingo. Era bien triste", rememora el escritor. Y es cierto: Madrid, como cualquier capital (y más, una que lleva siéndolo medio milenio), adquiere dejes individualizadores, con los que es complicada la subsistencia.

Madrid, la comunidad con mayor PIB

Para empezar con el PIB, por ejemplo. Con este indicador económico en mano (refiere todo lo que un territorio produce en un año), en 2020 la Comunidad de Madrid superó a Cataluña como principal economía española. La autonomía catalana tuvo un valor de 236.739 millones de euros durante el último curso, mientras que el de Madrid fue casi 3.000 millones más alto. Cataluña genera el 19% del PIB de toda España; Madrid, el 19,3%.

El PIB es el análisis de la salud de la economía. Si el PIB es bajo, o cae, las condiciones de vida de los ciudadanos se resienten. De manera indirecta, pero aparejada, se crea menos empleo, las inversiones caen, el consumo se ralentiza. La vida, en definitiva, es peor: es como vivir en una crisis.

Madrid es la locomotora económica de España: debería ser síntoma de mejores servicios públicos, pero no es así

Madrid, así, es la locomotora que tira del tren económico de España. Al ser el territorio con mayor PIB, es la referencia en cuanto a desarrollo, a progreso, siempre en términos económicos. A mayor PIB, más empleo, más negocios, mayores ingresos, mayor oferta, mayor consumo.

Y aquí lidera la Comunidad de Madrid. Por eso es más cara, sí, pero los sueldos son mayores. Esto debería ser síntoma de mejores servicios públicos. Pero la región cuenta, por ejemplo, con 424 centros de atención primaria para todo su territorio. O 395 centros educativos infantiles públicos. Para todos sus habitantes, que son más de 6,6 millones.

Vivienda cara en una región cara

No sólo eso: otro factor importante a la hora de dilucidar qué es Madrid, y cómo se vive a la madrileña, es la vivienda. El mercado inmobiliario en la Comunidad es una burbuja que llegó a alcanzar cotas desconocidas hasta que el COVID-19 impactó en nuestras vidas. Ahora ha bajado, pero eso no implica que se haya equilibrado.

El panorama habla por sí mismo. Para poder residir a la madrileña, hay que tener los bolsillos bien llenos. Comprarse un piso en Madrid está lejos de ser barato, y no tiene visos de mejorar la cosa. Según los registros de Idealista, el precio del metro cuadrado está actualmente, en marzo de 2021, en el máximo de la serie histórica y la tendencia es ascendente.

Madrid es la segunda autonomía más cara de España para comprar una casa: 2.760€/m2

Informe de precios de pisos.com

La vivienda en la región de Madrid en marzo de 2021 tuvo un precio medio de 2.760 euros por metro cuadrado, y subió un 6,56% respecto al año pasado, según el informe trimestral de precios de venta de pisos.com. Esto la convierte en la segunda autonomía más cara de España, sólo por detrás de Baleares (3.078€).

Por su parte, Madrid capital se sitúa en el tercer puesto entre las ciudades más caras del país, con 4.005 euros por metro cuadrado.

Las hipotecas más caras de España

De poco ha servido que el mercado tradicional inmobiliario se haya visto alterado tras la pandemia. En base a datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y del Colegio de Registradores, en 2019 la cuota media hipotecaria fue de 591 euros, a nivel nacional.

En la Comunidad de Madrid esa cifra se queda pequeña: siguiendo ese mismo estudio, en esta autonomía se pagaban 852,78 euros de media en las hipotecas, liderando el top de todas las regiones.

La cuota de hipoteca media en Madrid es de 852 €. En España, 591

Colegio de Registradores

Esto implica destinar a gasto habitacional casi un 50% del sueldo en Madrid, algo que va radicalmente en contra de las recomendaciones del Banco de España, que pide que se dedique, como máximo, un tercio del salario. Según un estudio de Adecco, en la Comunidad de Madrid la remuneración media se situaba en los 1.964 euros mensuales en 2020.

Comparemos, por ejemplo, con la vida en Ávila, provincia que está constantemente en la boca de la presidenta Ayuso, que enraíza allí. La cuota media hipotecaria fue de 443,17 euros mensuales en 2019 en Castilla y León y el sueldo medio en la ciudad abulense es de 1.362 euros al mes en 2018.

En Madrid se compran pisos

Pero aún así, las compras en Madrid han subido. La explicación, a ojos de los expertos, es que las grandes rentas han vuelto a ver cómo el inmobiliario se ha convertido, de nuevo, en una opción interesante para invertir. Aumentó el ahorro a nivel nacional y eso facilita la concesión de hipotecas. Y la Comunidad de Madrid en eso no ha sido diferente. La tendencia, nacional, se ha calcado: la pandemia ha hecho que todos ahorremos más.

Todo ello sin perder de vista que el parque de viviendas en Madrid capital es bastante estático, sólo se levantan grandes promociones en la Ribera del Calderón y Méndez Álvaro, pero a elevados precios. En un lustro, eso sí, comenzará a ampliarse a ritmo constante. Con las primeras casas de Madrid Nuevo Norte, que estarán disponibles en 2026, la gran nueva bolsa permitirá que los precios se abaraten… Aunque aún no se note.

En Madrid capital, el 20,3% de las viviendas no tienen ventanas con vistas a la calle. En España le pasa al 7,9%

Idealista

Pero con la pandemia, según apuntan los expertos, los ciudadanos buscan otra cosa en sus casas. Lo destaca el informe ‘Covid-19 / Impacto en el sector inmobiliario’ elaborado por Urban Land Institute (ULI): ahora prevalece el contar con una terraza, más metros cuadrados, un parque cerca, zonas comunes, garaje, piscina… a la localización de la vivienda, que era lo que primaba antes.

Y algo muy típico en Madrid, y no tanto en otras zonas de España. Tal y como mostraba un estudio de Idealista, en la capital hay un 20,3% de las viviendas que son interiores: es decir, que no tienen ventanas con vistas a la calle. Es un dato muy por encima de la media nacional, que se sitúa en el 7,9%.

La burbuja del alquiler madrileña

Estas particularidades no han afectado al precio de los alquileres, tampoco. Según el último informe de Idealista, el precio del alquiler se ha hundido en Madrid (-10,7%) y Barcelona, pero en el resto de ciudades medias españolas (Málaga, Palma, Valencia o Sevilla) ha subido.

Como hemos mencionado previamente, según un análisis del Colegio de Registradores, en 2019 la cuota media de alquiler, a nivel nacional, fue de 966 euros mensuales. En Madrid, con datos de Helpmycash, esa cuota media de alquiler sube hasta los 1.238 euros.

Madrid, el alquiler más caro de España

En esta autonomía, en cuanto al alquiler respecta, el pico de precio se alcanzó en mayo de 2020, según los últimos datos de Idealista, presentados esta semana, y desde entonces el precio se ha suavizado, bajando cerca de un diez por ciento, hasta pagar una media de 13,7 euros por metro cuadrado en la región.

Pero sigue siendo la comunidad autónoma más cara de toda España. Y la ciudad, más. En abril, el alquiler alcanzó una media de 14,5 euros por metro cuadrado al mes. En el otro extremo, la capital de provincia más económica de España, Zamora (5,2 euros/m2), seguida de Ciudad Real (5,6 euros/m2) y Ávila (5,7 euros/m2).

Segunda región con menor gasto sanitario

Vivir a la madrileña también tiene sus particularidades en el ámbito sanitario. La Comunidad de Madrid es la segunda región con menor gasto sanitario por habitante, en base a la Estadística de Gasto Sanitario Público del Ministerio de Sanidad, con datos consolidados de 2019. Madrid se deja 1.340 euros por habitante, sólo por delante de Andalucía, mientras que la media española se sitúa en 1.486 euros por cabeza.

También es la segunda comunidad autónoma con menor gasto sanitario como porcentaje del PIB (Madrid invierte un 3,7% de lo genera, mientras que el resto de la media nacional está en el 5,6%) o la que menos destina a Atención Primaria (porcentualmente y en términos absolutos): 11,2%, frente a la media de España, del 14,2%.

Sólo Ceuta y Melilla tienen menos centros de atención primaria por cada mil habitantes

Ministerio de Sanidad

Esto implica, por ejemplo, que tan sólo haya 6,3 centros de salud y consultorios de Atención Primaria por cada cien mil habitantes. Sólo Ceuta y Melilla tienen menos.

Sanitariamente hablando, vivir a la madrileña también supone habitar en la tercera comunidad autónoma que menos porcentaje del gasto se dedica a gasto de personal (44%; frente a la media nacional del 45,8%) o en la región española con un mayor porcentaje de población con seguro sanitario privado: 36,7%; cuando la media de España está en el 23%, según cifras de Unespa, la patronal de aseguradoras.

Segunda comunidad con menos médicos de atención primaria

Pero hay más indicadores que llaman a la preocupación. Con los conocidos como Indicadores Clave del Sistema Nacional de Salud, la Comunidad de Madrid es la segunda autonomía con menos médicos de atención primaria por cada mil habitantes (0,68 frente a la media nacional de 0,78). Siguiendo esta línea, también es la comunidad con menos enfermeras de atención primaria por mil habitantes (0,5; y la media de España es de 0,67).

Madrid es la cuarta comunidad con menos camas por mil habitantes y quirófanos en funcionamiento por mil habitantes

SNS

O, incluso, la cuarta con menos camas por mil habitantes y quirófanos en funcionamiento por mil habitantes, así como en TAC (escáneres de tomografía computarizada, uno de los índices que usan comparativas europeas como el Eurostat) por cada mil habitantes.

Se vive más que en el resto de España

Y seguir el estilo de vida de Madrid significa para la población adulta estar en riesgo de mala salud mental en el 15,4% de los casos (12,51% los hombres; 18,01% las mujeres), con datos del SNS de 2017 proporcionados a laSexta.

Vivir a la madrileña es también contar con una esperanza de vida en hombres de 82 años y en mujeres de 88 (según el SNS). La media española es inferior: 80 ellos y 86 ellas.

En Madrid nacen más niños por mil habitantes que en el resto de España

SNS

La edad media de la maternidad está situada en las 32 primaveras, igual que en el conjunto de España, y la tasa de natalidad es del 8,74: nacen casi 9 niños al año en la Comunidad de Madrid por cada mil habitantes. Es más que la media del país (7,94).

Ir en Madrid al cole... privado

En educación, el panorama en Madrid se divide en dos ámbitos, dos esferas bien diferenciadas. El sistema público y el concertado-privado, que se ha ido imponiendo en los últimos años dado el apoyo que ha ido recibiendo desde la administración.

La vida a la madrileña ha hecho que el alumnado esté dividido casi al 50-50 entre la educación pública y la concertada-privada. Los escolares en los centros públicos son el 53% del total, cifra que baja al 42% en cuanto a Madrid capital, frente al 67% de toda España y al entorno del 90% que reina en Europa.

En Madrid capital, sólo 4 de cada 10 niños van a un colegio público

Consejería de Educación

En la Comunidad de Madrid, en cifras de su Consejería de Educación, hay 101.643 profesores (sin contar refuerzos COVID). También se dispone de una red de 805 centros bilingües sostenidos con fondos públicos, con una implantación que llega al 50,2% de los alumnos en colegios públicos, al 58,9% en los institutos y al 58,5% en los colegios concertados.

Madrid sólo invierte un 2,25% en Educación

Volviendo a tomar el PIB como referencia, y al ser la Comunidad de Madrid la autonomía que más genera, tan sólo invierte un 2,25% en educación. En España, la media es de 4,27%. Madrid gasta 4.496 euros por alumno y año.

Por comparar, sólo Castilla-La Mancha (4.955), Andalucía (4.974) y Murcia (4.993) están por debajo de los 5.000 euros por alumno. Encabeza este ranking de inversión el País Vasco, que invierte 7.320 euros, y la media española es de 5.335, según el estudio Diferencias educativas regionales 2010-2016 de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).

El próximo curso, las ratios por aula aumentarán y volverán a los números preCOVID-19

En la actualidad, las ratios por aula son de 18 alumnos de Segundo ciclo de Educación Infantil (3-6 años) y de Primaria. En 1º y 2º de ESO es de 20. 3º y 4º de ESO cuentan con 23 y Bachillerato, igual. Pero eso son cifras de los cursos COVID, puesto que el año que viene ya se ha anunciado que se volverán a los números de hace dos años. Esto es: Primaria volverán a contar con 25 alumnos por clase; Secundaria, 30, y los de Bachillerato, 35.

Niño rico con niño rico

Pero no sólo eso. Tan sólo Turquía segrega más a sus alumnos que la Comunidad de Madrid, según un informe de Save the Children y Esade, que asegura que "las políticas educativas juegan un papel esencial en la segregación escolar". Esto es: los niños privilegiados con los privilegiados, y los desfavorecidos, con los desfavorecidos.

Y, aunque Madrid sea el síntoma más grave, la enfermedad se extiende por todo nuestro territorio. España es el tercer país de la OCDE que más segrega, sólo superado por Lituania y Turquía.

Madrid y fiscalidad

La fiscalidad es uno de los grandes arietes contra Madrid desde las periferias. ¿Es vivir a la madrileña pagar menos impuestos?

En el acervo cultural reciente, sí, eso parece. Porque la política de rebajas fiscales, santo y seña de los gobiernos del PP en la región (con Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes y ahora Isabel Díaz Ayuso como parte de esa vis liberal que imprime el PP en sus tesis económicas), tienen lugar bajo la misma legislación que el resto de autonomías de régimen común. Es decir, las que no cuentan con un concierto especial con el Estado (País Vasco y Navarra). Y esas bajadas sólo se hacen en Madrid.

Las bajadas de impuestos en Madrid tienen lugar bajo la misma legislación que el resto de autonomías de régimen común

Madrid, por ejemplo, tiene el IRPF más bajo, Impuesto de Sucesiones y Donaciones bonificado al 99% para los familiares más cercanos, exención del 100% en el Impuesto de Patrimonio, y el Impuesto de Transmisiones y el AJD más bajos de España, concretamente, un 16,6% y un 25% más bajos que la media nacional, respectivamente.

Seis millones y medio de residentes

Su fuerza poblacional es la que le permite ajustar los números, bajar impuestos y aún así recaudar lo suficiente para no destrozar los servicios públicos, aunque poco a poco se desmantelen. Según los últimos datos del padrón municipal, en la capital viven 3.266.126 habitantes. En la Comunidad, con el INE actualizado en la mano, residen 6.685.471 ciudadanos.

A más trabajadores, más valor añadido. La tarta de la presión fiscal se reparte sobre un mayor número de contribuyentes.

¿Todos estos factores nos hacen vivir a la madrileña? Es posible. Se va forjando una identidad con raíces en… la nada. Al menos así lo cree Andrés Trapiello. "En Madrid pasa algo que no pasa en otras partes. Al ser una ciudad que no tiene identidad alguna, aquí se siente madrileño todo el mundo, el que es gato de cuatro generaciones y el que acaba de llegar", explica el escritor.

Un espíritu chulo, castizo... patente en la política

"Nadie te exige nada, ni lealtades ni renuncias. Y eso franquea mucho las relaciones, pillar rosca (relacionarse), como decía El Fary, es más fácil. La vida aquí es difícil, desde luego, pero es más fácil vivirla que en la mayoría de los sitios que conozco", sonríe.

Puede que sea ese espíritu chulo, castizo, lo que traspase a la política de Madrid y convierta el asunto casi en cuestión nacional. Y tiene pinta de que así seguirá siendo, pase lo que pase en las elecciones. Aunque haya otras maneras de vivir a la madrileña, y no sean precisamente las que sueña Ayuso.