En su escrito de defensa, el abogado del empresario José Manuel García-Quílez expresa en primer lugar su disconformidad con los escritos de acusación presentados por el Ministerio Público y la acusación particular que ejerce Teresa Rodríguez, que piden para el empresario un año y nueve meses de prisión por delitos de atentado a la autoridad y contra la integridad moral.
En este sentido, asevera que los hechos "no han ocurrido" en la forma descrita por las acusaciones, relatando que fue el 20 de diciembre de 2016 cuando la denunciante fue invitada y acudió "a última hora de la mañana" a un evento que se celebraba en la Cámara de Comercio, tratándose del mismo día en que el Pleno de la Cámara, "ajeno por completo al referido evento", celebraba su tradicional copa de Navidad.
Al hilo, el letrado señala que, al concluir su visita institucional, "sin encontrarse previsto ni programado", el presidente de la Cámara, Francisco Herrero, pidió a su relaciones públicas que ofreciese a Teresa Rodríguez la posibilidad de subir a conocer las instalaciones de la Cámara, a lo que la denunciante accedió. El abogado indica en este escrito de defensa que el presidente de la Cámara enseñó a Teresa Rodríguez su despacho, contiguo al salón donde se celebraba la copa de Navidad, del cual salió en un momento dado el acusado, quien se acercó al umbral de la puerta del referido despacho.
Así, y "al serle presentada la denunciante", Manuel Muñoz "se aproximó a la misma, y con sola intención de gastarle una broma, interpuso su mano entre su boca y la de ella para evitar el contacto, simulando darle un beso", por lo que "ni hubo empujón, ni arrinconamiento, ni retroceso alguno por parte de la denunciante, que ni siquiera se inmutó".
"De manera inmediata", Teresa Rodríguez saludó a otro empresario que allí se encontraba, "a quien de nada conocía, dándole dos besos", todo ello mientras que su patrocinado hablaba con la relaciones públicas y con la propia coordinadora general de Podemos Andalucía, "que permanecía impasible", tras lo que Manuel Muñoz le entregó su tarjeta de visita, que la denunciante "aceptó".
El abogado asegura que la coordinadora de Podemos Andalucía "no se mostró aturdida, ni impactada ni ofendida, sino todo lo contrario, toda vez que participó del ambiente distendido e informal que allí existía, del que se hicieron eco los presentes, hasta el punto de que el propio presidente realizó a la denunciante comentarios en tono jocoso, delante de quienes participaban de ese breve encuentro".
Para finalizar, señala que la denunciante se marchó "con toda normalidad" y, por tanto, "no huyó despavorida, humillada, ultrajada ni tampoco mostró síntomas de nerviosismo, ofensa o miedo", y "tan sólo refirió su incomodidad" a la relaciones públicas por la "inapropiada" actitud de su patrocinado, quien de otro lado "se encontraba en ese momento embriagado" y, además, "aturdido" porque recientemente le había sido detectada una enfermedad.
La juez de Instrucción número 11 de Sevilla abrió juicio oral e impuso una fianza de 14.560 euros al empresario a fin de asegurar las responsabilidades civiles que le pudieran corresponder. En el mismo auto, la juez abrió juicio oral contra el empresario por presuntos delitos de atentado a la autoridad y contra la integridad moral, declarando a la Audiencia Provincial de Sevilla órgano competente para el enjuiciamiento.