Torra promete su cargo: "Prometo cumplir (...) con fidelidad al pueblo de Cataluña". Fidelidad al pueblo de Cataluña y al Parlament, la misma fórmula que utilizó Puigdemont.
Para encontrar alusiones al rey o a la Constitución hay que remontarse a 2012 con Artur Mas.
En este tiempo, muchas cosas han cambiado en la toma de posesión. El nuevo president ha ido, por ejemplo, sin la compañía del president saliente, porque está en Berlín. Un acto protocolario en esta ceremonia y que sí se produjo con sus predecesores.
Hasta el escenario es diferente, una sala mucho más sobria con apenas una decena de asistentes. Una imagen que contrasta con el gran salón Sant Jordi, tradicional lugar de toma de posesiones tan concurridas como la de Puigdemont a la que fueron más de 400 personas.
Por primera vez, entre los escasísimos asistentes no hay ninguna representación del Gobierno, como también es protocolario. Tampoco hay foto del rey, que no aparece en escena desde 2010.
La sobriedad se ha notado hasta en detalles como la medalla. Impuesta tradicionalmente al recién llegado al cargo, se ha quedado en su caja. Simbolismo, tal vez, hacia quien el propio Torra considera, su presidente legítimo.