Enrique López tenía síntomas evidentes de ir bebido según el atestado que publica El País. Los agentes que le pararon describen su aspecto con "fuerte olor a alcohol en el aliento, dificultad para mantener la verticalidad, deambular titubeante, ojos rojos y vidriosos, habla repetitiva, rostro congestionado"
Los hechos ocurrieron a las 5:10 de la mañana en el centro de Madrid. El ya exmagistrado del Tribunal Constitucional iba sin casco y se saltó un semáforo. Dos agentes de la policia nacional le pararon y llamaron a la policia local para que le hiciera el test de alcoholemia.
Enrique López tuvo que repetir la prueba de alcoholemia varias veces porque no era capaz de soplar. El resultado fue casi cinco veces superior al límite permitido. El magistrado dimitió de su cargo en el Tribunal Constitucional donde ingresó hace un año a propuesta del Gobierno y después de repetidos vetos del PSOE por declaraciones como estas.
Cuando el pleno del Tribunal Constitucional apruebe su dimisión tendrá 10 días para reincorporarse a la Audiencia Nacional. Aunque tras este resbalón en su carrera también podría optar por abandonar la judicatura.
CUADRUPLICABA LA TASA DE ALCOHOLEMIA