La exconsellera y eurodiputada de Junts Clara Ponsatí ha puesto en la mañana de este miércoles punto y final a su travesía por España. La dirigente independentista, quefue detenida este martes al llegar al país después de cinco años huiday puesta en libertad provisional posteriormente, se ha dirigido a primera hora al aeropuerto barcelonés de El Prat para tomar un vuelo que le llevará a Bruselas, donde tiene previsto asistir a un pleno del Parlamento europeo que se celebra esta tarde.
Su paso por España ha causado un auténtico revuelo judicial y mediático desde que se tuvo conocimiento de su llegada al país. Ponsatí, acusada de un delito de desobediencia al facilitar el referéndum unilateral del 1-O en Cataluña, fue arrestada en Barcelona por los Mossos d'Esquadra tras entrar en España en coche por la frontera francoespañola y ofrecer una rueda de prensa en el Colegio de Periodistas de Cataluña. Una intervención en la que volvió a ser muy dura con la justicia española.
Desde allí, la exconsellera aseguró que el juez Pablo Llarena, autor de la orden de detención contra ella y otros líderes independentistas, no tenía competencias para detenerla por su condición de eurodiputada. "Tengo inmunidad en toda la Unión Europea, solo en España no se me reconoce", denunció Ponsatí, quien insistió en que no había venido a "hacer ningún pacto con el Estado, sino a denunciar la vulneración sistemática de derechos, la pasividad de les instituciones catalanas y la necesidad de que les europeos dejen de mirar a otro lado".
Poco después de concluir su intevención, la exconsellera compartió a través de redes sociales una imagen de su arresto asegurando que los mossos la estaban "deteniendo ilegalmente en Barcelona". Una valoración compartida por otros líderes independentistas, como el expresident Carles Puigdemont, que le agradeció "no pasar por Madrid para entregarse voluntariamente y ayudar a reforzar el compromiso por la independencia de Cataluña", y tras la detención criticó que "en España el estado de derecho importa poco".
No fue el único en expresarse sobre la llegada de Ponsatí a España y su detención. También el exvicepresident Oriol Junqueras celebró en redes sociales que su compañera, "miembro del Gobierno del 1-O, haya podido volver a Cataluña en defensa de los derechos civiles y políticos, para combatir la represión, y por el derecho a la autodeterminación". De una forma similar se expresó el también exconseller Toni Comín, que se refirió a Ponsatí como "hermana del exilio" y que agradeció a la dirigente que "siguiera desde Cataluña la lucha" que han estado llevando a cabo "juntos estos años desde el exilio".
Tras ser conducida a los juzgados de guardia de Barcelona, salió en libertad poco antes de las 23:00 horas, tras acordarlo así el Tribunal Supremo. En concreto, Llarena dictó el mismo martes de la detención de Ponsatí un auto en el que acuerda dejar sin efecto la misma, así como el procesamiento por rebeldía que acordó después de su huida para evitar ser juzgada por el caso del procés. A pesar de su puesta en libertad, la dirigente catalana ha sido citada para comparecer el 24 de abril próximo con la advertencia de que volverá a ser detenida si no se presenta.
Ponsatí no tendría ninguna intención de regresar a España para declarar ante Llarena
Así se lo ha trasladado el propio Llarena, recordando que es su deber comunicarle que está procesada por un delito de desobediencia, que no acarrea penas de prisión, solo de inhabilitación; también, que si no comparece podría modificarse "su situación personal" y podría ser conducida ante el tribunal "por la fuerza pública". A esta advertencia ya ha respondido Ponsatí, según ha avanzado este miércoles el medio catalán 'RAC1': la exconsellera no tiene ninguna intención de regresar para declarar ante la justicia.
Sobre el regreso de Ponsatí también se ha expresado el Gobierno de España, aseverando que el suceso demuestra que la situación en Cataluña se está "normalizando", si bien no han dudado en aprovechar la ocasión para reprochar a la diputada de JxCAT la imagen que dejó con su detención, ya vista para el recuerdo. Porque su paso por España, como se ha indicado anteriormente, ha durado más bien poco. Ponsatí ha pasado los controles de seguridad del aeropuerto poco después de las 6 de la mañana para dirigirse a la zona de embarque y tomar un avión. La eurodiputada deberá hacer escala en algún aeropuerto europeo para llegar a Bruselas, ya que a esta hora de la mañana no hay vuelos directos a la capital belga.