España y los países que están participando en las evacuaciones desde Kabul afrontan la recta final de estas operaciones en medio de una tensión creciente en el aeropuerto de la capital afgana. La situación se ha vuelto muy complicada y peligrosa tras lasdos explosiones que se han producido en las inmediaciones del aeródromo y que dejan al menos 60 muertos y más de un centenar de heridos: un estallido ha sido en una de las puertas del aeródromo; y el otro en el Hotel Baron, cercano a la zona.
A esto se suma que Estados Unidos no ha prorrogado su retirada y el 31 de agosto sus tropas abandonarán Afganistán de manera definitiva. Ya este miércoles fuentes del Ministerio de Defensa informaron de que, con toda seguridad, el Ejército abandonaría el país asiático antes de la retirada de EEUU.
Pero mientras, en la base madrileña de Torrejón de Ardoz este jueves ha aterrizado un nuevo avión con un grupo de 241 afganos que han sido evacuados horas antes de las explosiones. Además, poco después del ataque España ha conseguido evacuar a 140 personas más en un avión de Defensa que se encontraba en Kabul en el momento de las explosiones.
Los medios con los que se está llevando a cabo el operativo son tres aviones Airbus A-400M, dos vehículos ligeros, así como material de transmisiones y armamento ligero para la protección de la fuerza.
Varios países concluyen las operaciones en Kabul
Precisamente, hoy Francia ha anunciado que el viernes cesaran las evacuaciones y los últimos viajes los realizarán los militares y el personal galo que se encuentra allí.
Asimismo, el Gobierno de Países Bajos ha anunciado que hoy fletará sus últimos vuelos de evacuación admitiendo que por el "deterioro" de la seguridad, "ya no se puede ayudar" a la gente a acceder al aeropuerto de Kabul y solo podrán subirse a los aviones aquellos que ya estén dentro del aeródromo.
Además, después de los ataques, otros países han anunciado que concluían sus misiones, como Irlanda, Italia, Polonia, Hungría, Noruega y Alemania.
La situación ya era crítica antes de las explosiones
La situación en el aeródromo de la capital afgana se había vuelto más dramática aún desde que los talibanes empezaron a prohibir el paso a los afganos y a controlar el acceso al aeropuerto. Margarita Robles, la titular de Defensa, llegó a asegurar ayer que en los exteriores del aeródromo ya no se podía hacer nada y que "nuestros soldados corrían peligro". Además, denunció que los talibanes estaban disparando y agrediendo a los talibanes que intentaban salir del país.
Graves son también las advertencias que llegaban desde otros países, como Estados Unidos, Reino Unido o Australia, que han asegurado que hay una "elevada amenaza de ataque terrorista" en las inmediaciones del aeropuerto de Kabul. Por ello, pedían a la población que "se marche de inmediato" de la zona por su seguridad.
Desde Estados Unidos han advertido a los insurgentes de que, aunque se marchen sus tropas, tendrán que cumplir sus compromisos y permitir la salida de todos los afganos que deseen abandonar el país.
Por su parte, desde la ONU han advertido de que una "crisis de increíbles proporciones" se cierne sobre Afganistán, debido a la "combinación" del actual conflicto con la sequía y la pandemia de coronavirus. Aseguran que los afganos se aproximan así a una "catástrofe humanitaria" que se refleja ya en que uno de cada tres, unos 14 millones de personas, "pasan hambre", mientras dos millones de niños desnutridos "requieren tratamiento urgente".