El Ministerio de Sanidad ha comunicado que el Boletín Oficial del Estado (BOE) publica este sábado 31 de diciembre la resolución por la que se establecen las medidas de control sanitario a aplicar a los pasajeros de vuelos con origen en China, de forma que los procedentes de otros orígenes, como Hong Kong, no se verían afectados.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunció el viernes, ante la elevada transmisión del coronavirus en China, que se va a solicitar a los pasajeros procedentes del país asiáticos un test negativo de COVID-19 o, en su defecto, la pauta completa de vacunación.
Así, desde este mismo sábado, equipos de Sanidad Exterior, en coordinación con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a través de AENA, realizan a estos pasajeros controles sanitarios en los aeropuertos de entrada a España, que consisten en un control documental, visual y de temperatura y en la realización de una prueba diagnóstica de infección activa por SARS-CoV-2.
En caso de que esta prueba de infección activa arrojara un resultado positivo, "se activarán los protocolos de comunicación y coordinación establecidos con los servicios sanitarios de las comunidades autónomas", según ha explicado Sanidad en un comunicado.
Así, el primer vuelo afectado por las medidas de control sanitario adoptadas por el Gobierno llegará al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas a las 18:00 horas de este sábado, 31 de diciembre, y los controles estarán en vigor, inicialmente, hasta las 24:00 horas del 15 de febrero de 2023.
Certificado COVID desde el 3 de enero
En este contexto, Sanidad ha explicado que la resolución publicada este sábado también prevé también la exigencia de un Certificado COVID Digital de la UE (CCD-UE) o equivalente a todos los pasajeros de vuelos procedentes de China desde el próximo 3 de enero. En el caso de los certificados de vacunación, se admitirán las pautas vacunales establecidas en la estrategia de vacunación frente a COVID-19 en España.
Respecto a las pruebas diagnósticas negativas, en España se aceptarán las pruebas de amplificación de ácido nucleico molecular (NAAT), cuya muestra haya sido obtenida dentro de las 72 horas anteriores a la salida; y los test de detección de antígenos incluidos en la lista común de test rápidos de detección de antígenos para COVID-19, acordada por el Comité de Seguridad Sanitaria de la Unión Europea, cuya muestra haya sido obtenida dentro de las 24 horas anteriores a la salida.
En el caso de un certificado de recuperación, se aceptarán como válidos los expedidos por la autoridad competente o por un servicio médico como mínimo 11 días después de la realización de la primera prueba diagnóstica NAAT o test de detección de antígeno con resultado positivo, realizada por profesionales sanitarios o personal cualificado. El certificado tendrá una validez de 180 días después de la fecha del primer resultado positivo de prueba diagnóstica.
Por último, en caso de no tener un Certificado COVID Digital de la UE o equivalente, los pasajeros deberán disponer de un certificado de prueba diagnóstica de infección activa de COVID-19 con resultado negativo, como los referidos anteriormente.
Italia y España se adelantan a una posible respuesta común de la UE
La explosión de casos de COVID-19 en China, derivada de la retirada de la mayor parte de las restricciones impuestas durante toda la pandemia, ha generado preocupación a nivel mundial y ha derivado en la imposición en varios países de nuevos controles para los viajeros procedentes del gigante asiático.
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) valoró el jueves que, por ahora, recuperar este tipo de medidas era "injustificado", y lo ha justificado afirmando que Europa cuenta con un amplio nivel de inmunización y no se han detectado nuevas variantes que supongan un motivo adicional de preocupación.
La Comisión Europea, por su parte, abogó por un enfoque "coordinado" y convocó una reunión extraordinaria del Comité de Seguridad Sanitaria de la que no salieron nuevas medidas, más allá de abogar por una "vigilancia activa" sobre la evolución de la situación en China.
Italia, sin embargo, ya ha abogado por restricciones comunes por boca de su primera ministra, Giorgia Meloni. El Gobierno italiano fue el primero de la UE en anunciar medidas, obligando a todos los viajeros procedentes de China a presentar una prueba negativa de coronavirus. La orden del Ministerio de Sanidad de Italia incluye también a los viajeros en tránsito y estará en vigor, en principio, hasta finales de enero.
El Gobierno británico se ha suscrito a las medidas aprobadas por otros países y ha informado de que, a partir del 5 de enero, exigirá una prueba negativa de coronavirus con máximo 48 horas de antigüedad. La medida, por el momento, se aplica tan solo en los aeropuertos de Inglaterra, pues Gales, Escocia e Irlanda del Norte no cuentan con conexión aérea directa con China, aunque Downing Street está en conversaciones para extender la medida al resto de territorios británicos.
Estados Unidos, por su parte, no tiene en cuenta el estado de la vacunación y, como Italia, pedirá una prueba a todos los pasajeros llegados a aeropuertos, bien sea un test de antígenos o una PCR. Quienes hayan dado positivo más de diez días antes del viaje, podrán proporcionar documentación que demuestren que han superado la enfermedad.
Temor en Asia ante la explosión de contagios
La ola de contagios en China ha generado especial preocupación en Asia, donde se concentran gran parte de los controles adoptados a nivel nacional durante estos últimos días. Este viernes, el Gobierno de Corea del Sur ha confirmado que pedirá pruebas a los viajeros procedentes de China, tanto antes como después del viaje, limitará la emisión de visados y vetará cualquier aumento de las conexiones aéreas. De hecho, todos los vuelos llegados desde China serán canalizados a través de un único aeropuerto.
Asimismo, Israel ha confirmado que también exigirá un test negativo para ingresar al país desde China, ha habilitado puestos de muestreo voluntario en el Aeropuerto Ben Gurion y ha recomendado a toda la población israelí evitar los desplazamientos al gigante asiático.
Taiwán también someterá a pruebas a quienes lleguen desde el continente, mientras que Malasia vigilará igualmente a los viajeros, por ejemplo examinando las aguas residuales de todos los vuelos procedentes de China.
Por su parte, India pedirá un test negativo, una medida que se extiende también a los viajeros llegados desde Corea del Sur, Singapur, Tailandia y Japón. Este último país exigirá a todos los pasajeros llegados desde China que se sometan a una prueba y guarden una semana de cuarentena si dan positivo. Asimismo, mantendrá las restricciones a las conexiones aéreas directas con el país más poblado del mundo.