Una carta con una navaja aparentemente ensangrentada en su interior. Es la amenaza que ha recibido la ministra Reyes Maroto en su despacho, ubicado en el Ministerio de Industria. La navaja estaba envuelta entre dos CDs, previsiblemente como estrategia para esquivar los sistemas de detección. Y en el envío no solo estaba la navaja, sino también se han encontrado recortes de varios periódicos, una carta manuscrita y algunas capturas de WhatsApp.
Según indican fuentes de la investigación a laSexta, se ha localizado al autor de este envío, ya que él mismo había incluido su nombre, su apellido y su dirección en el remite del sobre. También fue él quien la envió desde una oficina de Correos de El Escorial, donde vive el individuo.
Las mismas fuentes señalan que el hombre sufre graves problemas de salud mental y está diagnosticado de esquizofrenia. No obstante, la Policía ya ha trasladado la denuncia a un juzgado de Plaza de Castilla y será este quien decida.
El matasellos muestra que llegó el pasado viernes, el 23 de abril, e incluso fue depositada en el propio despacho de la ministra Maroto. El sobre fue mandado el día 21 de abril a las 13:24 horas, por vía de correo ordinario.
La Policía está analizando si las marcas rojas corresponden a pintura o, en su defecto, sangre real. También había una serie de mensajes manuscritos, que aún no se han podido detallar.
Por su parte, la ministra ya se ha pronunciado en su cuenta de Twitter tras el suceso y, en la misma línea que sus compañeros, ha agradecido las muestra de apoyo tras las amenazas, y lanza un mensaje rotundo: "Las amenazas y la violencia nunca acallarán la voz de la democracia. La libertad prevalecerá", escribe.
La actual ministra ha sido propuesta por el candidato socialista a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo para, en caso de ganar las elecciones, incorporarla a su Gobierno como vicepresidenta económica.
Preguntada por las amenazas lanzadas contra Marlaska, Iglesias y Gámez, el pasado viernes Maroto aseguró que "el discurso del odio tiene consecuencias", en referencia a que el Ejecutivo tomaría cartas en el asunto para identificar a la persona que ha perpetrado dicho envíos. "Al Gobierno se nos dice que somos criminales, y eso tiene consecuencias", espetaba.