El Gobierno de Pedro Sánchez lo ha conseguido. Finalmente, podrá poner en marcha el plan anticrisis para afrontar el impacto negativo de la guerra en Ucrania y la situación de inestabilidad a nivel internacional gracias a los votos a favor de EH Bildu y BNG, que han asegurado votar por "responsabilidad" y por los ciudadanos, y a pesar del voto en contra del Partido Popular y de ERC, que han mantenido en secreto hasta última hora su decisión. Ahora, el Gobierno puede respirar tranquilo.
La razón: un mayoría a favor del 'no' habría golpeado gravemente la estructura del Gobierno de coalición. También habría tenido un efecto inmediato para nuestros bolsillos. Tanto, que mañana viernes habrían dejado de estar en vigor algunas de las importantísimas medidas recogidas en ese decreto que benefician de forma directa a muchos españoles y que han estado en la cuerda floja durante las últimas horas, ante la incertidumbre en el resultado de la votación.
A destacar, la rebaja de 20 céntimos en el litro de combustible, tanto para la gasolina como para el diésel. En la práctica, esta medida ha supuesto a los ciudadanos pagar hasta nueve euros por llenar el depósito del vehículo. Con la aprobación del plan, se mantiene este descuento, así como las ayudas directas a quienes, en la actualidad, poseen un camión, un autobús o un taxi. No es la única medida que alivia la situación económica de los españoles ante la crisis inflacionista que atraviesan España y otros tantos países.
Con el 'sí' al decreto anticrisis del Gobierno se mantiene el tope máximo y temporal del 2% en la subida del precio del alquiler, una norma que, cabe recordar, se llegó a fijar de forma extraordinaria. Y, precisamente, para reducir el impacto de la inflación, el texto aprobado en el Consejo de Ministros incluyó además una revalorización de un 15% del ingreso mínimo vital, la ayuda puesta en marcha durante la crisis del coronavirus destinada a las familias que más lo necesitan.
Lo mismo sucede con la ampliación de los peajes superreducidos a las industrias electrointensivas y del bono social eléctrico, cuyas condiciones se flexibilizaron a través de esa norma para que se pudiera llegar a 600.000 familias más. Es necesario recordar que la luz se ha encarecido notablemente desde el inicio de la invasión rusa, por lo que también se incluyó en ese Plan Nacional de Respuesta al Impacto de la Guerra mantener el IVA del precio de la electricidad al 10%, así como el del impuesto especial sobre la luz al 0,5%, y suspender por más tiempo el impuesto a la autogeneración.
La puesta en marcha del paquete de ayudas a refugiados ucranianos y la aplicación del 'mecanismo RED', entre las medidas del decreto anticrisis
En este sentido, hay que reseñar que el plan del Gobierno pasa, en el futuro, por mejorar los planes de transición energética para acabar con una dependencia del 75% que tiene nuestro país. "Una nueva subasta renovable, con más medidas en relación al PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) y nuevas ayudas en materia de autoconsumo", indicó a laSexta José María González Moya, director general de la empresa 'APPA Renovables'.
Para ello, antes que nada habrá que solucionar los problemas relativos al suministro del gas y al precio del mismo; problemas que se han acrecentado, primero, por la respuesta de Putin a las sanciones de occidente por la guerra en Ucrania y, segundo, por las malas relaciones que el Ejecutivo mantiene ahora mismo con Argelia tras el apoyo de nuestro país al plan de autonomía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Aunque España es uno de los países menos dependientes de Rusia en este sentido, las relaciones y tratos con los países africanos complican nuestra posición.
Finalmente, en el decreto anticrisis que el Gobierno ha logrado salvar en el último momento se incluye el impulso al paquete de ayudas para mujeres y niños refugiados que llegan desde Ucrania. En ese decreto aprobado en el Consejo de Ministros se añadió además la aplicación del llamado 'mecanismo RED', la nueva versión de los ERTE enfocada en ciertos sectores que tengan que parar por la crisis. Por ejemplo, el turismo. Como se prevé que no vengan a España los 1,2 millones de visitantes rusos que tenían un perfil de estancia y de gastos alto, ahora la propuesta alternativa es una promoción internacional de nuestro país para atraer visitantes de nuevos mercados.