Por primera vez en democracia podría gobernar una coalición de dos partidos, PSOE y Podemos, aunque están pendientes de Esquerra y de que se resuelva la investidura. En el horizonte, la gestión de coincidencias y diferencias.
En temas clave, como la legislación laboral, Podemos prometió derogar la reforma del PP de 2012, mientras que el PSOE solo quiere modificarla. "Revertir la reforma laboral no va a resolver todos los retos que tenemos por delante en el mercado laboral", defendió Nadia Calviño, ministra de Economía, en Al Rojo Vivo.
Sí coinciden, sin embargo, en una reforma fiscal más redistributiva, aunque este Gobierno no contaría con el apoyo incondicional de sus previsibles socios a unos presupuestos. Como alternativa, podría proponer a Esquerra cambios normativos sin coste económico.
También consenso en la derogación o reforma de la ley mordaza, en una nueva ley de violencia machista que considere víctimas a las mujeres más allá de parejas y exparejas y en el permiso de paternidad y maternidad igual e intransferible.
Bandera feminista y ecologista, aunque con diferencias respecto a las compañías eléctricas: Podemos propone una empresa pública que ejerza competencia, "cuyos beneficios vayan a la sociedad y que apueste en exclusiva por las empresas renovables", tal y como declaró Iglesias.
Tampoco hay acuerdo en materia de vivienda. Los de Iglesias son partidarios de regular el precio del alquiler, mientras que los socialistas apuesta por construir más vivienda pública pero prefieren no intervenir el mercado.