Sonia espera que los restos encontrados en una fosa común de la Guerra Civil, hace 80 años, sean los de su bisabuela. "Significa mucho para mi familia y para mí. Mi abuela toda su vida quiso saber dónde estaba enterrada su madre, se fue de este mundo sin saber dónde estaba su madre", explica Sonia Santoveña.
Pero en el cementerio de Gozón, en Asturias, todavía esperan encontrar los cuerpos de dos mujeres más de Candás.
"Se las llevaron, las encerraron, las violaron, las llevaron a Cabo Peñas, las mataron y las tiraron", afirma Sonia. El mar acabó devolviendo los cuerpos a la orilla y después fueron arrojados en la fosa. "En un cementerio jamás se entierra a un católica de esta manera", asegura el forense Franciso Etxebarría.
"Son personas obreras que lo único que hicieron fue luchar por la democracia de este país", apunta Sonia, bisnieta de una de las víctimas. Es según dicen el único delito de estas tres mujeres en plena Guerra Civil española.
Los familiares continúan a la espera de los resultados de las pruebas de ADN, para que al fin los restos descansen donde se merecen, al lado de sus seres queridos.