La imagen que se vive en la frontera entre Ucrania y Polonia es dramática, sobre todo en el paso de Medyka, donde llegan miles de mujeres con sus hijos a pie. El colaborador de laSexta Javier Martínez-Brocal se encuentra en ese lugar y explica que los maridos de esas mujeres se despiden de ellas al otro lado de la frontera.
Se trata de una "despedida terrible" antes de cruzar la frontera con los niños y cargadas de lágrimas y con el poco equipaje que pueden llevar en las manos. "Llegan con el corazón roto porque acaban de separarse de su país y de sus maridos", explica el periodista.
Ellas no saben cuando regresarán a Ucrania ni tampoco qué ocurrirá en Polonia. A pesar de ello los polacos se están volcando y los están llevando a sus casas: allí no hay campos de refugiados sino que, en general, se van a casas de particulares, donde viven con una incertidumbre total sobre lo que les pasará.
En Ucrania, los hombres que tienen entre 18 y 60 años no pueden salir del país y algunos de ellos enseñan a conducir a sus mujeres para que se lleven el coche y puedan salir del país.
En la otra cada de la frontera, la polaca, la situación también es dramática y es que hay una fila de dos horas de coches en los que viaja material humanitario y también muchos ucranianos que viven en Polonia y que explican que no pueden esperar más, que no pueden asistir como espectadores a lo que está ocurriendo.
Así, atraviesan la frontera para hacer lo que sea necesario sin saber bien lo que se van a encontrar. Dicen que tienen mucho odio en el corazón y que necesitan entrar al país para dar un futuro a sus familias.
En la parte polaca de la frontera hay un dispositivo perfectamente preparado con carpas donde se ofrece té caliente, sopa polaca y salchichas. También disponen de una mesa donde los refugiados se inscriben para buscar trabajos. Además, desde hoy los niños ucranianos pueden ir a los colegios polacos.
Al menos 1,25 millones de personas se vieron obligadas a trasladarse a los países vecinos debido al agravamiento de la situación en Ucrania. De estos, 672.000 llegaron a Polonia, 194.000 a Moldavia y 133.000 a Hungría, informó este viernes en Ginebra la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).