El sobre con explosivos que se recibió en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) va a resultar clave en las pesquisas sobre quién puede ser la persona detrás de los envíos. Se trata del único paquete que no ha sido detonado y, por tanto, del que más información se va a poder extraer.

Desde posibles restos de ADN o huellas dactilares hasta el análisis de la grafía de la dirección escrita a mano, el sello o el matasellos. Todo esto podría dar información sobre quién ha realizado al menos seis envíos: el primero a La Moncloa, dirigido al presidente del Gobierno, y otros al Ministerio de Defensa, las embajadas de EEUU y Ucrania y una empresa armamentística de Zaragoza. Ha habido un séptimo, el segundo a la legación ucraniana, con un ojo de animal en su interiory sin explosivos.

En el interior de los seis envíos se ha encontrado pólvora, material explosivo como el procedente de petardos, e incluso tornillos y tuercas que podrían haber servido de metralla.

Se sabe que hay un único autor, una persona o un grupo, ya que los sobres, la cinta de embalar, las cajas, la grafía... todo es igual y todos se enviaron desde España. Sin embargo, el sistema de Correos que existe para procesar los envíos los hace prácticamente irrastreables.

De momento ya se está investigando a los grupos de extrema izquierda con afinidad prorrusa en España, aunque el abanico se irá ampliando a otros muchos perfiles.