¿Por qué están fallando los trenes este verano? ¿Urge renovar el material ferroviario o es que hay demasiados viajeros? El incremento de las incidencias en los trenes durante los meses de verano han provocado un aumento de las quejas de los viajeros que tienen que esperar durante horas en las estaciones o que en mitad del viaje son testigos de los fallos de la infraestructura. Una crisis que el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha reconocido pidiendo paciencia porque la inversión para renovar el material y las infraestructuras llevará tiempo.

"El sistema ferroviario ha vivido un incremento de pasajeros absolutamente bestial" en los últimos años que debe gestionar con unas infraestructuras en plena "transformación" y que están recibiendo inversiones que "no tienen precedentes" para su mantenimiento y renovación, ha explicado Puente este lunes en una entrevista en RNE.

Ambos factores están "tensionando" mucho un sistema que en muchos casos tiene "material obsoleto", según Puente: desde 2008 "no entra un tren de cercanías nuevo" en España y desde 2010 no entraba un nuevo tren de alta velocidad, hasta los recientes Talgo S106.

El ministro ha reconocido que el nuevo modelo de Talgo ha provocado 500 incidencias desde que se estrenó en mayo, aunque ha resaltado que se están produciendo otros problemas derivados de las reformas y cambios que se están realizando en la red.

Pero: ¿cuáles son los principales factores que han provocado que la red ferroviaria de nuestro país se vea desbordada? En primer lugar, la avalancha de viajeros. Los españoles optan cada vez más por los viajes en tren por los precios tan asequibles, que han variado de 200 euros ida y vuelta hace unos años a los 40 euros, si se compra con antelación, en 2024, y el aumento del precio del combustible, decantando la balanza a la opción del AVE para viajar a otras ciudades.

Más viajeros, más vagones y más trenes. Durante el 2023 se vendieron un total de 665 millones de billetes, lo que representa a 13 veces la población española y un incremento de 100 millones de viajeros en tan solo una década. Y esto nos lleva a la segunda de las razones: la inversión.

El desgaste de la red por la falta de inversión

Los años duros de la crisis han pasado factura. En este sentido, Puente ha recordado que desde 2008 no llegan nuevos trenes de cercanías a España y desde 2010 no llegan de alta velocidad. "Llevamos muchos años sin renovar el material ferroviario y es urgente hacerlo porque eso también tiene consecuencias en las incidencias en el tráfico ferroviario de nuestro país y lo estamos haciendo", ha argumentado.

Una realidad que se ve reflejada en los datos. Y es que la gráfica de inversión en infraestructuras ferroviarias ha experimentado una caída desde el 2010. En los 'felices' años 2000 la inversión fue creciendo de manera exponencial, hasta el pico de casi 11.000 millones de 2009. A partir de ese año se desplomó rozando mínimos históricos de lo que llevamos de siglo, llegando hasta el 2018 como punto más, cuando se gastó una quinta parte que en 2009.

Infraestructuras en renovación y aumento de viajeros. Un coctel perfecto, que nos deja sentados esperando, al menos a corto plazo.A esto se se suma que las dos grandes estaciones madrileñas están "infradimensionadas" y "al límite de su capacidad", ya que han pasado de recibir 1,3 millones de viajeros que pasaron por Chamartín en 2019, a 5,8 millones sólo en los primeros cinco meses de este año.

Cuando hay un incidente que retrase la salida de dos o tres trenes, la acumulación de pasajeros en el vestíbulo de Chamartín es "tremenda", según Puente, algo que previsiblemente mejorará cuando en octubre se abran dos módulos que se están construyendo y que duplicarán el espacio actual hasta los 18.000 metros cuadrados.