Hay quien estos días, viendo las complicaciones que le están surgiendo a Sánchez y PSOE en la sesión de investidura para sacar adelante el Gobierno de coalición con Unidas Podemos, no puede evitar fijar su vista de nuevo en el pasado. Una palabra ha empezado a recorrer el Congreso de los Diputados en las últimas horas, y está desesperando a los socialistas: 'Tamayazo'.
Mes de mayo de 2003. El PP de Esperanza Aguirre salía victorioso en las elecciones a la Asamblea de Madrid celebradas el día 25, pero a una corta distancia del PSOE de Rafael Simancas. Los populares habían conseguido 55 escaños y los socialistas 47. Además, Izquierda Unida logró nueve, lo que hacía posible un pacto entre el PSOE e IU para desbancar a Aguirre. Y así se preparó.
Simancas, ahora diputado de los socialistas en el Congreso, creyendo tener todos los apoyos necesarios garantizados, se presentó a la investidura el 10 de junio. Pero ese día, el mismo que la Asamblea de Madrid elegía a su nuevo presidente, los parlamentarios socialistas Eduardo Tamayo -de ahí el término 'tamayazo'- y María Teresa Sáez, que habían logrado escaño en aquellas elecciones autonómicas, no acudieron a la cámara regional a votar.
Aquella acción provocó que los populares, que contaban con más diputados que los socialistas en la cámara ese día, eligieran a Concepción Dancausa como nueva presidenta de la Asamblea. Sin embargo, ni Aguirre, porque no contaba con más apoyos que los de su propio partido, ni Simancas, que no logró superar en escaños al PP tras el caso de transfuguismo de Tamayo y Sáez, lograron formar gobierno.
Esto llevó a la convocatoria de unas segundas elecciones autonómicas ese mismo año, el 26 de octubre de 2003; unos comicios en los que el PP logró finalmente la mayoría absoluta con 57 escaños, frente a los 45 del PSOE y los nueve de Izquierda Unida, y que supusieron el nombramiento de Aguirre como presidenta de la Comunidad de Madrid.
Esta sucesión de hechos, que supusieron un escándalo político en Madrid con ataques y acusaciones de transfuguismo y corrupción contra Tamayo y Sáez, no se olvida aún hoy en día. Especialmente, en las filas socialistas, que han visto cómo en las últimas horas los cambios en la decisión de voto de PRC y Ana Oramas, de Coalición Canaria, han ajustado hasta el extremo las cuentas de Sánchez para salir investido presidente del Gobierno.
De momento, en el partido han pedido a sus diputados pasar "la noche del día 6 al 7" en Madrid para que nada impida que puedan ir a votar. Aún con esta 'orden', el miedo al fantasma de un nuevo 'tamayazo' no deja de crecer en el Congreso, que el próximo martes decidirá finalmente si con Sánchez tiene lugar el primer gobierno de coalición de la democracia española o nos encaminamos a unas nuevas elecciones generales.