El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha condenado la palabras Santiago Abascal en Argentina sobre "colgar" de los pies al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Feijóo ha lamentado que Vox entre en lo que él considera un "juego del PSOE" para que no se hable de la amnistía.
En una entrevista en 'Telecinco', Feijóo ha calificado de "lamentables" las palabras del líder de ultraderecha en las que dijo que "habrá un momento dado que el pueblo querrá colgarlo de los pies", en referencia a Sánchez, pero después las ha equiparado con unas del líder socialista en las que afirmó que era necesario levantar un "muro" frente a la "derecha retrógrada".
"Las hemos condenado inmediatamente después de haberlas conocido", ha insistido Feijóo, incidiendo en que responden a la línea de las de Sánchez de construir un muro en España. "Es un gran juego de estrategia de Sánchez de dividir España", ha señalado. "Parece que desde Vox también están interesados en levantar un muro", ha añadido.
Posteriormente, también el portavoz del PP, Borja Sémper, se ha pronunciado sobre este asunto, aseverando que las palabras de Abascal son "absolutamente censurables" por dos motivos: uno ético -ha dicho-, porque "es inaceptable que los políticos hablemos en estos términos que evocan violencia", y otro "político", porque suponen "un balón de oxígeno" para Sánchez.
El líder socialista, ha lamentado Sémper, "ya tiene el día perfecto para desviar la atención sobre la amnistía". Así, ha reprochado al líder de Vox que "siempre que el Gobierno está en apuros, tiene la virtud de salir en su defensa a darles un balón de oxígeno".
A preguntas de la prensa, el también vicesecretario de Cultura del partido ha indicado que "cada uno es responsable de sus palabras", pero ha acusado al Ejecutivo de tener la vocación "de levantar un muro entre españoles".
"Se junta el hambre con las ganas de comer. Nosotros no vamos a participar de ese banquete", ha sentenciado, asegurando que desde el PP harán una oposición "seria" que preserve "la educación, el respeto" y "hablar después de haber pensado".
Reproches desde el Ejecutivo
Por su parte, el Gobierno ha expresado de nuevo su "rechazo total" a las palabras de Abascal sobre el presidente del Gobierno y ha pedido al PP una "condena clara" y "romper todos los pactos" que mantiene con Vox en ayuntamientos y comunidades autónomas.
La ministra de Ciencia, Diana Morant, ha señalado que "es lo mínimo que se le puede pedir a alguien que defiende la democracia. Si no, el señor Feijóo está contribuyendo a este flaco favor que le estamos haciendo a España".
"Es un discurso de odio que incita a la violencia y emplazo al PP a que condene claramente unas palabras que ningún líder europeo se atrevería a secundar y rompa todos los pactos en los cientos de ayuntamientos y comunidades autónomas. Con un líder así uno no puede ir a ningún sitio", ha afirmado el titular de Exteriores, José Manuel Albares, antes de la reunión de ministros del ramo en Bruselas.
En la misma línea, también desde la capital comunitaria, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha tachado de "intolerables" e "inaceptables" las declaraciones de Abascal, indicando que son "una manifestación de odio político" que no se ha visto en España "desde 1938".
"Estoy en la vida pública desde hace bastantes años y nunca he contemplado unas declaraciones de ese carácter. Me parece absolutamente intolerable e inaceptable desde el punto de vista democrático", ha incidido.
Fuentes del PSOE a laSexta han señalado que Feijóo es incapaz de condenar las palabras del "neofascista" Santiago Abascal, su socio de gobierno en comunidades y ayuntamientos, "sin añadir peros que acaban prácticamente culpando al presidente del Gobierno".
Creen que el líder del PP tiene que demostrar si sus "hipotecas" con la ultraderecha le impiden condenar de forma clara, sin peros, unas palabras que "incitan a la violencia" contra el presidente del Gobierno, e insisten en que la mejor forma que tiene de hacerlo es romper sus pactos con los "neofascistas de Vox".
Añaden además que Feijóo "sabe que su poder territorial" se apoya en los "neofascistas de Vox", que así logró la mayoría de gobiernos autonómicos y municipales que ostenta el PP, y no se atreve a ser claro y contundente ni con "unas palabras jamás vistas en estos años de democracia".
Feijóo combatirá la ley de amnistía
Por otra parte, Feijóo ha anunciado que intervendrá este martes en el debate en el Congreso para la toma en consideración de la ley de amnistía, al entender que debe dar voz a la "mayoría razonable" frente a la "coalición reaccionaria" para oponerse a la "tropelía" y "atropello" de una ley que a su juicio menoscaba la Constitución y es un "fraude democrático" porque se "mintió" a los españoles.
"La amnistía es corrupción política porque es conseguir el Gobierno de España a cambio de la impunidad judicial, es deteriorar las instituciones para evitar una alternancia política, porque aquel que acepta la corrupción, comete corrupción", ha argumentado. "Esconderme después de este atropello sería cobarde", ha añadido sobre su intervención en el debate.
El líder del PP ha apuntado que su partido interpondrá un recurso contra esta normativa una vez que haya sido aprobada, y no antes, y ha dicho que tiene "expectativa de que Europa mande parar" porque "va a dejar sin efecto condenas y sumarios no solo de delitos de sedición, sino de malversación de fondos públicos y de terrorismo".
Además, Feijóo ha dicho que Sánchez no le ha llamado para sentarse a negociar la renovación del Consejo General del Poder Judicial y ha calificado la comisión de trabajo propuesta por el jefe del Ejecutivo de intento de "blanquear y homologar las reuniones clandestinas en Suiza y en Bruselas con mediadores internacionales", respecto a las que exige conocer quién las paga.
En todo caso, el líder del PP está dispuesto a dialogar con Sánchez aunque exige profundizar en la independencia de la Justicia y no tiene "mucha confianza" en el presidente por los "antecedentes" en los nombramientos del Gobierno, incluida la propuesta de que Miguel Ángel Oliver presida la Agencia EFE, que ve un intento de control de las instituciones.