A escasas horas de celebrarse el 'gran acto' de la derecha contra la amnistía que, según aseguran las formaciones de este bloque, Sánchez quiere dar a los independentistas catalanes a cambio de su apoyo para ser investido presidente, reina una suerte de calma chicha en el PP. La formación atraviesa momentos delicados desde el 23J, y parece haber concentrado todas sus fuerzas en llevar al éxito un evento que, más allá de denunciar las maniobras de la coalición para arrancar una nueva legislatura, pone a Alberto Núñez Feijóo en el punto de mira, así como la estructura, la posición y el futuro de los populares en los próximos años.
Lo que ocurra el 24S puede marcar un antes y un después en un partido que parece jugar ahora mismo a ser gobierno y oposición. Feijóo continúa buscando apoyos que pudieran garantizar aun con mínimos su investidura; apoyos que, ciertamente, solo ha encontrado en la ultraderecha. El nerviosismo cunde en Génova, que va viendo cómo se agota el tiempo para cuadrar las cuentas de la formación de gobierno. Quizá por eso, ya a la desesperada ha empezado a tocar en la puerta de algunos socialistas a los que intentan convencer sin éxito de la moderación y el buen hacer del líder popular. Se plantea así un nuevo intento de transfuguismo que, en principio, no está prosperando.
Aun así, tal es la preocupación en las filas populares que hasta Juanma Moreno, el presidente de la Junta de Andalucía,ha llamado a los diputados del PSOE a "rebelarse por sus principios" en la investidura de Feijóo. No ha sido el único: también la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre ha mostrado abiertamente su deseo de que "algunos de los diputados del PSOE no voten a Pedro Sánchez". Ferraz ya se ha expresado ante estos llamamientos, señalando que "hay que disimular un poco la desesperación", y que "no se puede acusar a Sánchez de querer mantenerse en el poder a toda costa y luego llamar al transfuguismo".
Asimismo, creen que la pregunta que hay que hacer al PP ahora es "si estarían dispuestos a asumir el gobierno con los votos de tránsfugas". Es en este escenario donde entra en juego la protesta del domingo y su doble intencionalidad. Atendiendo a los últimos movimientos de los populares, esta manifestación se podría interpretar como escenario clave para evitar la derrota electoral del PP en el último momento.
Quizá por ello han invitado a "toda la sociedad", incluidos "socialistas de carné, expulsados y socialdemócratas", a participar en ese gran encuentro con el que mostrar un férreo rechazo a Sánchez, un encuentro que tiene lugar tan solo unos días antes de la investidura del candidato popular. Paradójicamente, esta protesta también puede suponer, en caso de éxito, la reafirmación de Feijóo como líder de la oposición. Es decir, podría leerse como un nuevo voto de confianza hacia el presidente del PP, ofreciéndole más tiempo y espacio para redefinir -y recuperar- el papel y la fuerza que mantenía hasta que se dio de bruces con una campaña electoral en la que arrasó el PSOE.
Ayuso y la transformación del PP
Se trataría, sin embargo, de una apuesta de riesgo. Ante la continuidad de Feijóo se erige otro obstáculo igual o más difícil que Pedro Sánchez: Isabel Díaz Ayuso. La sombra de la presidenta de la Comunidad de Madrid sigue alargándose en ese marco de incertidumbre que es la dirección del Partido Popular desde la salida de Mariano Rajoy. Al tiempo que la dirigente madrileña ha ido adquiriendo más poder y popularidad dentro y fuera del partido, Feijóo, aquel que llegó de Galicia con aires de renovada esperanza, ha ido perdiendo fuelle; quizá porque se ha acercado demasiado a la ultraderecha, quizá porque el socialismo ha sabido leer bien la partida que se jugaba.
En cualquier caso, que Feijóo no haya alcanzado los números necesarios para enviar a Sánchez y al PSOE a la oposición ha provocado un nuevo cisma en el partido por el que la gran mayoría, sino todos, intenta pasar de puntillas de momento. Probablemente, hasta saber si hay presidente o repetición electoral. Así, la del domingo es una protesta contra Sánchez y contra la amnistía, sí, pero también una nueva prueba de fe para Feijóo. El problema es que al presidente gallego le puede ocurrir lo mismo que sucedió la noche del 23J, momentos después de conocerse que el socialismo no había sufrido la gran derrota que esperaba la derecha: que los vítores vayan para su compañera, y no para él.
Que Ayuso se lleve más gritos de ánimo y aplausos que Feijóo podría desencadenar una nueva serie de enfrentamientos internos que volverían a reestructurar la vida y jerarquía del partido. Por el momento, no hay nadie en la formación que rechace a Feijóo como el mejor de sus candidatos, como ha hecho ver este mismo viernes Aguirre. "Ayuso es la presidenta de la CAM, y los madrileños estamos encantados, es normal que le griten 'presidenta'. Es una líder, sin duda, pero Feijóo es el presidente que necesitamos; y ojala Cayetana fuera portavoz, ha sido la mejor que hemos tenido", ha expresado la expresidenta de la Comunidad de Madrid.
Esto no puede quedar en manos de Sánchez para ser presidente y de Puigdemont, prófugo de la justicia"
Sean cuales fueren las intenciones reales de los populares, lo que es seguro es que este domingo tendrá lugar en la capital española un acto que tiene visos de ser multitudinario y que pretende denunciar la tesis que promueven actualmente los socialistas. Esto es, que los resultados que arrojaron las urnas el 23J "avalan" el camino tomado por la coalición para arreglar el conflicto territorial. De hecho, frente a este planteamiento se expone la estrategia actual de los azules: con una manifestación a la que esperan que acudan miles de personas -la plaza donde se va a celebrar puede albergar hasta 10.000- quieren desmontar esa idea de que la ciudadanía apoya los planes de Sánchez con los nacionalistas.
"Vivimos un momento gravísimo porque la amnistía está pactada sin perjuicio de que el detalle legal lo tienen que estar moldeando. Nosotros tenemos la responsabilidad de mandar a la nación un mensaje de confianza en nosotros mismos. Que construimos una gran nación y esto no puede quedar en manos de Sánchez para ser presidente y de Puigdemont, prófugo de la justicia. Si hay un partido dispuesto a llegar a todos es el PP", ha asegurado este viernes el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida. Así las cosas, la cita del domingo se antoja clave para aclarar el futuro inmediato del Partido Popular y su liderazgo.