El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha reclamado al Gobierno que declare el estado de "emergencia nacional" ante la tragedia de la DANA, lo que provocaría que sea el Ejecutivo de Sánchez quien coja el mando de la Comunitat de Mazón. "Seguimos solicitando como hicimos el primer día la declaración de emergencia nacional. Si se decide, tiene nuestro apoyo", ha asegurado Feijóo en su declaración institucional este lunes.

De esta manera, el líder del PP ha trasladado una serie de "consideraciones al Gobierno de la nación", a quien ha pedido que realice un Consejo de Ministros "inminente". "El Estado tiene información y mecanismos de sobra para una inyección directa y sin burocracia. Que las víctimas no tengan que pedir ayuda es lo mínimo", ha indicado.

Además, Feijóo ha querido transmitir que el Gobierno cuenta con el apoyo de su formación para las "acciones que garanticen la mejor atención a todas las víctimas de la DANA". Así, ha sugerido "poner los recursos y los instrumentos de coordinación que sean necesarios para que la tragedia se afronte en las mejores condiciones posibles" y, por otro lado, "dar de manera inmediata ayudas a las ciudades, a los ayuntamientos y a los sectores productivos para los gastos más necesarios".

Pide una inyección "directa" de ayuda económica

Más allá de pedir una inyección "directa" de ayuda económica y la declaración del estado de emergencia nacional, Feijóo se ha lavado las manos y ha echado balones fuera al asegurar que "cuando más se necesita que la política esté a la disposición de la gente se pierde tiempo en discusiones, excusas, programadas y esperas absurdas que los ciudadanos obviamente no entienden y rechazan".

En esta línea ha continuado el líder del PP, quien ha asegurado que es "plenamente consciente de la maltrecha relación de confianza entre los españoles y sus políticos" y en la que, considera, "debe de haber un antes y un después de todo esto".

En este sentido, Feijóo ha indicado que "es necesario una política útil, humilde, autocritica, colaborativa y sincera", para más tarde añadir que "es necesario una política que pueda mirar a los ojos a la gente y compartir sus sentimientos como lo hicieron ayer los reyes de España". Así, el líder del PP ha hecho alusión a la tensa visita que protagonizaron los reyes y el presidente del Gobierno en Paiporta.

Mientras la escolta del presidente activó el protocolo de seguridad y procedió a desplazarlo al Puesto de Mando Avanzado, los reyes decidieron continuar y escuchar las quejas de los habitantes de Paiporta.

Instantes más tarde de asegurar que hay que hacer una política "sincera y humilde", Feijóo ha echado en cara a Sánchez -de manera indirecta- que no se quedara con los ciudadanos en los momentos de tensión.

Feijóo rechaza la violencia contra Sánchez

"Las imágenes que todos vimos ayer en las visitas de los reyes, los gritos, los llantos de rabia, la impotencia y el cansancio de pedir una ayuda que no llega, son la respuesta a un pueblo que sufre. Y es responsabilidad de los cargos públicos escucharles y atenderles. Los reyes sí han estado a la altura de las circunstancias. Nos corresponde a todos los políticos estar a la altura también. Para ello no hay excusa ni justificación", ha comentado.

"La indignación de los ciudadanos no es marginal ni simulada. Es muy real y entendible", ha defendido Feijóo, quien ha asegurado que "es la indignación de una nación que no soporta ver desatendidos a sus patriotas, y no comprende ni comparte lo que han hecho aquellos que tienen el deber único de servirles".

Más tarde, el líder del PP ha defendido a Sánchez al asegurar que "las expresiones de violencia no nos representan y las rechazamos, se dirijan a sus majestades los reyes, al presidente del Gobierno o al presidente de la Generalitat".

Pese a que pidiendo la declaración del estado de emergencia nacional, el líder del PP cede todo el mando al Ejecutivo de Sánchez y se lo 'quita' al presidente de la Generalitat, Feijóo ha insistido en que sus diferencias con el presidente del Gobierno son "evidentes" y "no se han acortado estos días". "Pero es tiempo de ocuparnos de la reparación de lo que aún se puede reparar y de la reconstrucción de todo lo destruido. Lo que corresponde ahora es intentar encontrar aquello en lo que sí podemos trabajar todos juntos", ha añadido.

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