El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha intentado este lunes maquillar las polémicas declaraciones de algunos dirigentes del Partido Popular en estas semanas sobre la migración. Una defensa que ha resultado confusa a la hora de definir qué pretendía decir, por ejemplo, el portavoz de su grupo en el Congreso de los Diputados, Miguel Tellado, al pedir deportaciones masivas: "La deportación masiva es la suma de muchos individuos retornados".

Feijóo ha reconocido que no puede haber deportaciones masivas porque estas "se hacen siempre de forma individualizada". Lo hace días después de que su portavoz en el Congreso, Miguel Tellado, defendiese esas deportaciones masivas. Al ser preguntado sobre estas polémicas declaraciones, el presidente 'popular', en una entrevista en Onda Cero, ha intentado hacer equilibrios para no desautorizarlo y lo ha justificado de una manera muy confusa: "Pues será la suma de muchos individuos y se podrá considerar masivas las deportaciones".

El 'popular' ha planteado, además, que se tiene que estudiar "caso a caso" qué migrantes pueden ser regularizados y quiénes deben ser retornados a sus países de origen, entre los que ya residen en España. También ha abogado por que el retorno sea el principio general ante nuevas llegadas irregulares.

Ayuso también ha cargado contra Pedro Sánchez por el tema migratorio, señalando a la gira africana de Sánchez. "En su último viaje a Mauritania, pues dijo: '¿Qué quieren oír esta gente?'. Se inventa lo de la migración circular, que eso significa que cuando alguien viene por fin a vivir huyendo de guerras y hambrunas, de pobreza, de sequías, etcétera, vienen a vivir a Europa y luego se vuelven", ha sostenido en una entrevista en Espejo Público. Una propuesta que su propio partido, el PP, hacía en junio en el Congreso.

Más conciliador sobre el viaje pero igual de duro, el líder del PP ha tachado de "frívolo" al presidente del Gobierno tras su gira africana y ha defendido la inmigración regular y la expulsión de irregulares. Y ha acusado a Sánchez de crear un "efecto llamada" en materia de migración. En este sentido, ha reprochado a Sánchez su viaje a Mauritania, que ha recordado que es uno de los países donde operan las mafias de tráfico de personas, y que su primer mensaje sea 'necesitamos 250.000 inmigrantes más'. "Es una frivolidad impropia. Ni era el lugar, ni era el momento, ni es la forma", ha denunciado.

En la misma línea, Feijóo ha señalado que la migración es un asunto "lo suficientemente serio como para, al menos, que el Gobierno tenga alguna política migratoria". Igualmente, ha incidido en la situación "límite" de Canarias, Ceuta y en parte de la costa. "Y lo que es cierto también es que cada vez que gobierna el partido socialista sube la inmigración irregular", ha denunciado.

La financiación singular, el otro foco

Y es que el Partido Popular ha arrancado este lunes el curso político con el mismo tono bronco que tuvo antes de las vacaciones de verano. Los principales dirigentes del partido, su presidente Alberto Núñez Feijóo y la jefa del Ejecutivo madrileño Isabel Díaz Ayuso, han empezado el lunes dando entrevistas a primera hora de la mañana, donde ambos han cargado contra el Gobierno. Feijóo y Ayuso han puesto especial atención en la migración, pero también en la financiación singular pactada para Cataluña.

Por un lado, Feijóo ha asegurado que, en caso de gobernar, derogará la financiación singular de Cataluña y que planteará un nuevo sistema de financiación "donde no cabe el cupo separatista". Mientras, Ayuso ha cargado contra esta medida, tildándola de "nuevo golpe con patrocinio del Gobierno" y que solo busca "la ruptura de España".

En una entrevista este lunes con Onda Cero, el líder de los 'populares' ha reconocido estas diferencias respecto a la financiación autonómica al ser preguntado sobre si ningún presidente autonómico del PP se acogerá a la condonación de la deuda, y tras asegurar que él como líder nacional rechaza esta medida, ha dicho que hay barones que pueden tener otro criterio.

"Importante es lo que se acuerde. Esto no es una secta, eso se lo dejamos al Partido Socialista. Yo no soy un caudillo, aquí el único caudillo (que hay) en España es el señor Sánchez, caudillo en su partido", ha afirmado. Ha defendido, además, que el PP no aceptará la bilateralidad y ha sostenido que extrapolar el cupo catalán al resto de autonomías costaría 33.000 millones de euros, al tiempo que ha denunciado que el cupo es una "derogación 'in voce'" de la Constitución.

Díaz Ayuso ha cargado también este lunes contra la financiación singular para Cataluña acordada entre PSOE y ERC y cree que solo busca "la ruptura de España" y que haya comunidades "agraviadas", con la intención -a su juicio- de volver "al golpe" del 1 de octubre de 2017, ahora "con el patrocinio del Gobierno".

Díaz Ayuso ha señalado que "esto no va solo de dinero", sino de "cambiar el modelo de España para que vayamos a un supuesto federalismo". "Están programando poco a poco una ruptura de España para que volvamos al golpe, pero esta vez patrocinada por el Gobierno con el dinero de todos los españoles", ha afirmado.

"Nosotros desde Madrid deberíamos ser los primeros en quejarnos de todo, somos los que más reportamos y los que menos recibimos en todo", ha dicho Ayuso, si bien ha rechazado "regionalismos", y ha defendido la "obligación" de Madrid "con España", de su aportación a la caja común.

Sobre Salvador Illa, ha indicado que es solo "buenas palabras", pero "todo cartón", que ha llegado a ser el presidente de la Generalitat tras el 155 y la nefasta gestión de sus socios, que la han arruinado "hasta dejarla sin agua", ha subrayado. A su juicio, el proyecto de Illa nace "de la mentira", y ha apuntado que "van a pegar un hachazo a la caja común".

Insisten en la ley de amnistía

El presidente del PP ha señalado que su partido recurrirá en plazo la ley de amnistía y pedirá la recusación de varios magistrados del Tribunal Constitucional, la del presidente del órgano, Cándido Conde -Pumpido, del exministro de Justicia Juan Carlos Campo y de la exasesora en Moncloa Laura Díez.

Ha dicho que se compromete a catar el fallo, le guste o no, porque "el Estado de derecho consiste en aceptar las resoluciones judiciales", pero ha pedido que los recusados ​​acepten su autoexclusión porque si no tendrá "muchas dificultades para entender que ese fallo está dictado por personas independientes".