Felipe VI ha destacado la importancia de "fortalecer nuestras instituciones" en su tradicional discurso de Nochebuena, en el que también ha alabado el papel de la Constitución en España, ha mostrado su apoyo a los ucranianos que sufren la guerra, y ha lamentado "la inseguridad que provoca en los hogares la subida de los precios, especialmente de los alimentos".
En plena crisis por la renovación del Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional, el monarca ha defendido que "necesitamos unas instituciones sólidas que protejan a los ciudadanos, atiendan a sus preocupaciones, garanticen sus derechos, y apoyen a las familias y a los jóvenes en la superación de muchos de sus problemas cotidianos".
En la misma línea, ha apelado a "unas instituciones que respondan al interés general y ejerciten sus funciones con colaboración leal, con respeto a la Constitución y a las leyes, y sean un ejemplo de integridad y rectitud", al tiempo que ha señalado que "este es un propósito diario" con el que las instituciones deben estar "siempre comprometidas".
El rey se ha referido al 2022 como un año "complicado y difícil", en el que "cuando creíamos haber superado lo peor de la pandemia, Rusia invadió Ucrania". "Desde entonces, hemos sido testigos de diez meses de una guerra que ya ha causado un nivel de destrucción y ruina difíciles de imaginar en nuestra realidad cotidiana. Hemos vivido el sufrimiento del pueblo ucraniano y seguimos sintiendo, con una profunda tristeza, la pérdida de miles de vidas humanas", ha expresado, tras lo que ha enviado su "afecto y recuerdo" a los ucranianos "refugiados en nuestro país y a sus compatriotas".
El rey habla del problema de la inflación en España
Así, el monarca ha subrayado el "profundo impacto que ha tenido sobre la economía" la guerra de Ucrania, que se une a los "efectos de la pandemia": "Ha dado lugar a una crisis energética con consecuencias graves en la industria, el comercio, el transporte y, particularmente, en las economías familiares", ha indicado Felipe VI, quien ha lamentado la "inseguridad que provoca en los hogares la subida de precios, especialmente la de los alimentos".
"Tener que hacer frente a gestos cotidianos, como encender la calefacción o la luz o llenar el depósito de gasolina, acaba siendo una fuente de preocupación e implica –en muchos casos– importantes sacrificios personales y familiares, ya que hay familias que no pueden afrontar esta situación de una manera prolongada y necesitan el apoyo continuo de los poderes públicos para paliar sus efectos económicos y sociales", ha manifestado Felipe VI.
Alerta sobre el riesgo de "la división, el deterioro de la convivencia y la erosión de las instituciones"
Sin embargo, pese a ser consciente de la "preocupación e incertidumbre" que generan estos asuntos en nuestra sociedad, el rey ha pedido que "tengamos confianza en nosotros mismos como nación, y el compromiso de todos con nuestra democracia". En este punto, ha alertado sobre tres riesgos a los que está expuesta: "La división, el deterioro de la convivencia y la erosión de las instituciones".
En lo referente a la división, el rey ha advertido de que "un país o una sociedad dividida no avanza, no progresa ni resuelve bien sus problemas, ni genera confianza, mientras que la unión fortalece a las democracias". Para Felipe VI, es nuestra Constitución la que "representa la unión lograda entre los españoles", por lo que ha defendido la importancia de que las "instituciones respondan al interés general y ejerciten sus funciones con colaboración leal, con respeto a la Constitución y a las leyes, y sean un ejemplo de integridad y rectitud".
"Este es un propósito diario con el que las instituciones debemos estar siempre comprometidas", ha manifestado el hijo de Juan Carlos I, que ha llamado a "realizar un ejercicio de responsabilidad y reflexionar de manera constructiva sobre las consecuencias que puede tener ignorar esos riesgos para nuestra unión, convivencia e instituciones".
En este sentido, Felipe VI ha defendido que la Constitución es "el lugar donde los españoles nos reconocemos y donde nos aceptamos los unos a los otros, a pesar de nuestras diferencias", además del "lugar donde hemos convivido y donde convivimos en libertad".
De esta forma, y consciente de que "vivimos tiempos de incertidumbre", el rey ha concluido su discurso asegurando que "España saldrá adelante". "Si el éxito de una nación depende del carácter de
sus ciudadanos, y de la personalidad y el espíritu que mueve a su sociedad, debemos tener razones para mirar al futuro con esperanza", ha expresado, tras lo que ha apostado por "seguir compartiendo objetivos con un permanente espíritu de renovación y adaptación a los tiempos, y con confianza en nuestro país, una España valiente y abierta al mundo, que busca la serenidad, la paz, la tranquilidad, y que es responsable, creativa, vital y solidaria".