"Una violencia de tan triste actualidad", así se refería e introducía el rey la cuestión de la violencia machista en su tradicional mensaje de Navidad. Felipe VI explicaba así que la violencia de género merece nuestra repulsa y condena más enérgica".
Además, aboga por el "empeño de toda la sociedad para erradicarla de nuestra vida", apelando a la cohesión social y el compromiso "con la igualdad real entre hombres y mujeres".