Félix Bolaños seguirá en el nuevo Ejecutivo y asumirá la cartera de Justicia, manteniendo a su vez Presidencia.
Abogado de profesión y profesor, fue un estudiante de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid con varios reconocimientos en sus primeros años. Primero de su promoción tanto en el Curso General de Abogacía como en el Curso Especial de Derecho Laboral impartidos por la Escuela de Práctica Jurídica, según recogía La Moncloa en un comunicado en julio de 2018.
Fue entonces cuando fue nombrado secretario General de Presidencia del Gobierno por Pedro Sánchez. Se encargaba, entre otras cosas, del protocolo y de la seguridad en las actividades del jefe del Ejecutivo. Previamente, había ocupado el cargo de Jefe de la División de Asesoría Jurídica Laboral y Documentación Jurídica del Banco de España, entidad en la que trabajaba desde 2008 como Letrado. También impartió clases en el Instituto de Empresa (IE Law School) en el Programa Gestión Estratégica de Relaciones Laborales. Es más, fue reconocido por los alumnos de distintos cursos académicos. Durante esta etapa también fue abogado del Departamento Laboral de Uría Menéndez.
En este campo fue homenajeado con la Cruz Distinguida de la clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort, concedida por el Ministerio de Justicia y que premia “los relevantes méritos contraídos por cuantos intervienen en la Administración de Justicia, así como el cultivo y aplicación del estudio del Derecho en todas sus ramas”. También recibió el premio Ilustre Colegio de Abogados de Madrid y con el Premio de la Escuela de Práctica Jurídica de la Universidad Complutense de Madrid.
Su cariñosa llegada al Ejecutivo en 2021
Dejando atrás su etapa como profesor y abogado, Félix Bolaños pasó a formar parte del Ejecutivo en julio de 2021, cuando Sánchez realizó una gran remodelación del mismo que afectó a las carteras del ala socialista. Bolaños dejó la Secretaria General de la Presidencia del Gobierno en mano de Francisco Martín Aguirre para ocupar el cargo de Carmen Calvo. En 12 de julio de 2021 tomó posesión como ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática.
"Las veces que he pensado y me he alegrado de no ser ministro. Unas cuantas", bromeó tras recibir de manos de Calvo su nueva responsabilidad. Una responsabilidad que incluye, como recoge la web del Ejecutivo, la "propuesta y ejecución de la política del Gobierno en los asuntos de relevancia constitucional, la preparación, desarrollo y seguimiento del programa legislativo, el apoyo inmediato a la Presidencia del Gobierno, la asistencia al Consejo de Ministros, a las Comisiones Delegadas del Gobierno, a la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios y, en particular, al Gobierno en sus relaciones con las Cortes Generales, así como en materia de memoria histórica y democrática y ejercicio del derecho a la libertad religiosa".
Negociador nato: de la coalición con Podemos a la nueva investidura
Con esta responsabilidad, el Ministerio que dirige sacó adelante en la última legislatura la Ley de Memoria Democrática. De hecho, ya en 2019 jugó un papel primordial en la exhumación de Franco. El texto se ha materializado en varias medidas. Pero el texto aprobado en 2020 se ha materializado en el cambio de denominación del Valle de los Caídos, de donde fue exhumado el pasado mes de abril el fundador de la Falange Española, José Antonio Primo de Rivera, en aplicación de la ley. También en la creación de un banco estatal de ADN de víctimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista, que ha dado un paso significativo con la adquisición por parte del Ministerio de Justicia de un sistema informático para su desarrollo.
A diferencia de la Ley de Memoria Democrática hay otras que se le han quedado en el tintero, como la ley de paridad. Así lo reconoció él mismo en la segunda edición de las jornadas METAFUTURO, donde aseguró que sería uno de los proyectos en ponerse en marcha de renovarse el ejecutivo. El tema sobre el que también se ha pronunciado numerosas ocasiones y recientemente es el de la ley de Amnistía, unas palabras que hacían fuerte la posibilidad de que Bolaños cogiera la cartera de Justicia.
Es más, él ha sido uno de los hombres a cargo de las negociaciones de la investidura. También fue quien se desplazó a Barcelona para reunirse con la consellera de la Presidencia, Laura Vilagrà, en el Palau de la Generalitat tras el escándalo por el presunto espionaje a más de 60 políticos independentistas a través del software Pegasus. Del mismo modo, contó con un papel principal en la concesión de los indultos y en la negociación de la coalición con Podemos. Siempre desde un segundo plano, Bolaños llega ahora a una nueva cartera, la de Justicia, además de mantener su puesto en Presidencia, en un gobierno que se avecina "complicado".