Primera avería en el circuito de Madrid. El Ayuntamiento reconoce que, diez meses después de anunciar el evento, ninguna empresa ha querido acerse cargo. Así lo confirmaba Engracia Hidalgo, del área de Economía del consistorio, que afirmaba que ninguna empresa se ha animado a "asumir ese riesgo".
Mientras tanto, las facturas están siendo pagadas por IFEMA, el consorcio ferial que es principalmente público. Ya van por 51 millones, según lo recopilado. La oposición califica la llegada de la Fórmula 1 de ruinosa y se atreve a vaticinar la factura final, estimando un gasto de 2.000 millones de euros.
Este coste se desglosa en las siguientes partidas de inversión y mantenimiento (CAPEX y OPEX) a la que se asignan los siguientes costes estimados anuales durante el periodo estimado de 30 años: Planeamiento, Redacción de Proyectos, Dirección facultativa, P.M., licencias y costes asociados, obras de urbanización y obras de nueva edificación.
Además, en el documento al que ha tenido acceso laSexta se indica que la inversión inicial que tendrá que hacer Madrid no se amortizará hasta dentro de 13 años, en el mejor de los casos: "Inicio de la explotación de la inversión en el año 2028 con finalización en el año actual de concesión de la parcela en 2040, lo que supone la amortización de la inversión en 13 años". Aunque hay otro segundo hipotético, donde el plazo de amortización se elevaría hasta los 30 años tras la ampliación de la actual de concesión de la parcela.
Madrid quiere evitar seguir los pasos de Valencia, un circuito que solo a la Generalitat, le provocó un agujero de 300 millones, según sus propios cálculos. Pero la realidad es que ya hay paralelismos; el entonces presidente, Francisco Camps, decía que el circuito saldría "a coste cero" algo que Ayuso y Almeida repitieron.
En los dos casos, el dinero público circula para poder traer a los pilotos. En el peor de los escenarios, Madrid espera amortizarlo con los años, mismo deseo que también tuvo Valencia. Al final no fueron 50 grandes premios los que se disputaron allí, como prometió Camps, sino solo cinco. De momento, Madrid ha firmado una decena de ellos y solo el tiempo dirá si cumple.