El Ayuntamiento de La Muela (Zaragoza) fue la envidia de España cuando llevaba a sus vecinos al Caribe. Y como querían que la gira de Julio Iglesias pasara por allí, levantaron una de la pocas plazas de toros cubiertas del mundo en solo 40 días. Fue a prinicipios de los 2000 cuando su alcaldesa, María Victoria Pinilla, ganaba con mayorías absolutas después de subirse al negocio eólico.
Pero lo que parecía oro escondía corrupción. En 2009 empezaron las detenciones de parte de su gobierno, y llegaron los abucheos. "Llevándose el dinero de nuestros hijos, del comedor. ¡Sinvergüenza!", denunciaba una mujer tras el estallido del caso. Ahora, la exalcaldesa ha sido definitivamente condenada por ocho delitos de corrupción. Terrenos municipales que sirvieron para pelotazos urbanísticos que daba su entorno, y ella se llenaba los bolsillos.
El derroche municipal llevó a construir un auditorio, un lujoso polideportivo y tres museos: el del viento, el del aceite y el de la vida. "Siempre he querido hacer las cosas legalmente. Otra cosa es que hayan podido cometerse errores, muchos, todos humanos", defendió en su momento la alcaldesa frente al juez. Así se termina la fiesta de Pinilla más de una década después y con repetición de juicio incluída: 11 años de cárcel y más de seis millones de euros en multas.
"Me conformo con tener salud, que bastante mal lo hemos pasado ya", aseguraba a su salida del juicio la por entonces líder política de La Muela. Atrás quedan los derroches y las urbanizaciones fantasmas, porque a día de hoy el pueblo puede celebrar que por fin ha terminado de pagar toda la deuda municipal que dejó María Victoria Pinilla.