Caso del fiscal general
El fiscal del caso del novio de Ayuso niega que exista un protocolo de borrado de Whatsapp en la Fiscalía
¿Por qué es importante? La Fiscalía justificó en su momento que la UCO no encontrase mensajes sobre el caso en el móvil de García Ortiz argumentando que se realizaba un borrado periódico por seguridad.
El fiscal del caso del novio de Isabel Díaz Ayuso, Julián Salto, ha negado este jueves ante el Tribunal Supremo que exista un protocolo de borrado de mensajes de WhatsApp en la Fiscalía.
Su declaración se produce en el marco de la investigación del alto tribunal contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por presunta revelación de secretos en el caso de la pareja de la presidenta madrileña, Alberto González Amador, que está acusado a su vez de fraude fiscal. Un caso que ahora mismo se centra en la presunta filtración de un correo que la defensa de González Amador envió al Ministerio Público admitiendo los delitos fiscales de su cliente para buscar un pacto.
Este detalle de la declaración de Salto es relevante porque, el pasado mes de diciembre, tras saberse que la UCO de la Guardia Civil no había hallado mensajes en el teléfono del fiscal general que le relacionasen con la filtración, la Fiscalía adujo que, por cuestiones de seguridad, se realizaba un borrado habitual del móvil de García Ortiz.
El fiscal Salto, sin embargo, ha manifestado ahora ante el alto tribunal que en la Fiscalía no existe un protocolo de borrado de WhatsApp. Julián Salto es delegado de la Fiscalía en Madrid Digital, que se dedica precisamente a la adecuación de protocolos, por lo que, si hubiera un protocolo sobre la eliminación de mensajes, él debería conocerlo.
En su declaración de este jueves, Salto, que fue imputado en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), pero a quien en el Supremo se le dio la condición de testigo, ha insistido en lo que ya dijo en el TSJM: que cumplió órdenes y envió los correos a sus superiores desde el fútbol cuando así se lo pidieron y que no sabe nada de filtraciones ni de que se fuera a redactar una nota de prensa.
Se refiere al comunicado con el que la Fiscalía salió al paso del bulo del jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, M.Á.R., que había difundido que fue el Ministerio Público quien buscó un pacto con González Amador, cuando fue al revés. Salto también ha manifestado que Carlos Neira, abogado de González Amador, se saltó su deber de confidencialidad al facilitarle ese correo a M.Á.R.
Según su testimonio, el 8 de marzo se enteró por la decana de Delitos Económicos que el afectado era novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid y que el 13 de marzo le pidieron los correos la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, y la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez, cuando él se encontraba en un partido de fútbol, y que el fiscal general no podía esperar. Salto ha comentado que los jefes nunca llaman para felicitar y menos a esa hora y que ahí entendió que podía tener un problema. Posteriormente, Pilar Rodríguez sí le envió un mensaje de WhatsApp trasladando que García Ortiz felicitaba a los fiscales por su trabajo.