Griegos, italianos y franceses son los antisistema que más teme la Policía durante la cumbre de la OTAN. Por eso llevan desde hace meses controlando las fronteras para evitar que se cuele alguno de los activistas más radicales.
La principal preocupación se centra en una manifestación convocada este miércoles a las 20:00 horas en el centro de Madrid: no tiene autorización de la Delegación del Gobierno, pero aun así la intención es celebrarla.
Por si hubiera problemas con la policía, los organizadores también han distribuido un cartel con los nombres de los abogados de guardia a los que llamar si son detenidos.
La Policía cree que no hay peligro de actos violentos de importancia durante la cumbre porque no se esperan manifestaciones multitudinarias y porque llevan meses haciendo controles de documentación en las fronteras y no han comunicado que hayan detectado a ningún activista de perfil violento intentando llegar a la cumbre.
Intentan evitar grupos violentos que se hacen visibles en este tipo de cumbres internacionales. Utilizan la táctica 'Black bloc', que consiste en camuflarse completamente de negro y actuar.
No todos ni siempre son violentos, pero cuando recuren a la violencia atacan intereses de grandes empresas multinacionales y del Estado. Dentro de la manifestación, se ocultan dentro de un escudo de pancartas. Un grupo muy pequeño de ellos, no más de 10, sale del parapeto, actúa y rápidamente vuelve al recinto de pancartas para no ser reconocido por la Policía. Tienen en común que son grupos de izquierda y anticapitalistas.