La losa de la tumba de Franco es de, aproximadamente, tonelada y media. Hecha de granito, con forma trapezoidal y con 20 centímetros de espesor. No hay fechas en esa lápida, únicamente lleva la inscripción de Francisco Franco y una cruz en ella.
Esta losa pesada, que necesitó la ayuda de varias personas para colocarse en un acto, hace 43 años, ensayado al milímetro, tendrá que levantarse con ayuda de cilindros y sacar su tumba, forrada por una aleación de plomo y cinc. Con 226 centímetros de largo por 126 de profundidad.
El féretro, que tiene cuatro escudos, tendrá que ser sacado a través de unas poleas o cuerdas. Y partir de ahí tendrán que atravesar el atrio y el patio de la Basílica para salir del Valle de los Caídos, hasta donde finalmente reposen los restos de Franco.